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Para conocer nuestros días fértiles podemos recurrir a nuestro calendario menstrual, esto es, el ciclo que habitualmente sigue la ovulación. Esto no siempre resulta sencillo, ya que muchas mujeres no tienen un ciclo regular, pero vamos a tratar de definir cuál sería un ciclo normal para determinar dónde se sitúan los días fértiles con más probabilidades para quedar embarazada.

Los ciclos de la mujer, entre una y otra regla, suelen abarcar 28 o 30 días, por lo que serán los días centrales del ciclo los más propicios para quedarse embarazada: 14 o 15 días después del primer día de menstruación. Veamos las fases del ciclo menstrual.

Las fases del ciclo menstrual

  • Fase folicular: la primera fase se llama folicular, comienza el primer día de la regla y termina en el momento de la ovulación, cuando se libera el óvulo. Durante la fase folicular se producen cambios en la cavidad uterina, en la mucosa endometrial, para prepararse para la posible implantación de un embarazo.
  • Fase de ovulación: la ovulación es el proceso de emisión del óvulo tras la formación de un folículo ovárico. El óvulo es el gameto femenino, célula producida por el ovario, portadora del material genético y capaz de ser fecundada por un espermatozoide.
  • Fase lútea: después de la ovulación comienza la fase lútea o del cuerpo amarillo (una glándula que aparece en el ovario después de la ovulación) que dura hasta que se implanta el posible embarazo o hasta que se produce la menstruación y se inicia el siguiente ciclo. Si no se produce la fertilización durante el período de tiempo en el que el óvulo está dispuesto, el cuerpo de la mujer se va preparando para eliminar el óvulo con la siguiente regla.

Los días fértiles

Como vemos, a mitad de ciclo comienzan los días fértiles, aquellos en los que la mujer está ovulando, esto es, cuando el ovario suelta un óvulo maduro que desciende por las trompas de falopio. Como decimos, esto suele suceder unos 13 o 15 días antes de la regla.

Durante la ovulación, que puede durar dos o tres días, el óvulo espera ser fertilizado por un espermatozoide. Como el esperma puede durar vivo en el interior del cuerpo de la mujer entre 48 y 72 horas, es posible que la fecundación se produzca incluso antes de ese día 13, antes de que el huevo maduro haya bajado.

Existen tests de ovulación que son capaces de detectar este período a través del incremento de la Hormona Luteinizante (LH) en la orina de la mujer, aunque también existen otras maneras de conocer los días de mayor fertilidad femenina.

Signos físicos que anuncian los días fértiles

Existen dos alertas que nos entrega nuestro cuerpo para indicarnos cuáles son nuestros días fértiles. Te invitamos a conocerlas:

Temperatura basal

La temperatura basal es es un método sencillo y fiable para calcular los días fértiles, pero requiere de constancia y precisión. Si vamos tomando la temperatura corporal cuando nos despertamos y anotándola a lo largo del ciclo nos percataremos de las oscilaciones que nos pueden indicar que estamos en nuestros días fértiles.

Consiste en tomarse la temperatura cada mañana recién levantada. El método no predice la ovulación sino que indica que la ovulación ya se ha producido. Conviene empezar a tomarse la temperatura el primer día de menstruación e ir anotando cada día. Antes de la ovulación, la temperatura basal suele oscilar entre los 36,5ºC y los 36,7ºC.

Como consecuencia de cambios hormonales concretos (que producen un aumento de los niveles de progesterona), dicha temperatura suele aumentar entre 0,3ºC y 0,5 ºC en los 2 o 3 días posteriores a la ovulación. El aumento se mantiene hasta el final del ciclo, cuando comienza el siguiente periodo menstrual.

Es importante tomar nota de las oscilaciones en la temperatura basal durante algunos meses, para detectar posibles irregularidades en el ciclo y establecer nuestro calendario. Si las mediciones son similares en esos meses, sabemos que manteniendo relaciones sexuales a partir de los días anteriores al cambio de temperatura tendremos más probabilidades de quedar embarazadas, pues se supone que hemos ovulado.

De todas formas, hemos de señalar que este método no es fiable por ejemplo si la temperatura se toma en distintos momentos del día, si la mujer tiene fiebre o si está enferma.

Flujo Vaginal

Hacia la mitad de nuestro ciclo se producen cambios en la textura del flujo vaginal a causa de la acción de los estrógenos. Durante la ovulación se produce moco cervical que notaremos como un aumento de flujo. Este flujo ayuda a los espermatozoides a nadar hasta el óvulo. En los días en que la mujer no es fértil, el moco cervical es blanquecino o amarillento, poco abundante y de textura más bien pegajosa.

En los 2 o 3 días anteriores a la ovulación, el flujo aumenta en cantidad, se hace transparente y toma textura filamentosa, similar a la de la clara de huevo. El período más fértil empieza en el último día en que detectemos ese tipo de moco cervical. Por lo general, esto sucede en la víspera de la ovulación o bien el mismo día de la ovulación.