You are currently viewing Fin al cuento de hadas: Las relaciones no son como en las películas y libros

Todos los días nos exponemos a historias fantásticas, canciones de amor y dramas televisivos que cultivan, en nosotros, cientos de expectativas sobre el amor. Este es el fin del cuento de hadas, para ponernos realistas y crear espacios en una relación de pareja más aterrizada.

Desde niños nos leyeron historias de príncipes y princesas en los que vivían felices para siempre, pero ¿sabemos qué pasaba una vez que cerrábamos esos libros? Todo terminaban cuando lograban ese amor imposible, pero no tenemos idea de las dificultades y desafíos que tuvieron una vez que se convirtieron en una pareja más estable y vivieron rodeados de canciones de desamor y dramas televisivos exagerados.

Hay poco realismo en las expectativas donde todo es perfecto, la pareja excelsa y la relación primorosa. Nuestras relaciones nacen de la construcción de un proyecto que se tendrá en común: la proyección de ambos. No importan las estadísticas que digan cuánto dura el amor, porque se trata de esfuerzo, voluntad, querer amar.

La meta es no escapar y nadie dijo que fuera fácil, pero se puede lograr porque, para presentarnos en sociedad, primero tenemos que estar bien puertas adentro. Tener esa intimidad tan rica desarrollada junto a bases fuertes, son la clave para que ambos se sientan realizados como pareja, porque cada uno es la contención del otro. Que esta forma fantasiosa de pensar, se convierta en una relación sana con expectativas sensatas construidas entre los dos, donde hay un respeto mutuo y en el que los malos entendidos sean debido a la convivencia y no a la falta de amor.

Una relación de pareja que nos hace sentir felices nos da un piso resistente donde podemos enriquecernos y crecer como personas, lo que repercutirá en cualquier ámbito de nuestras vidas. Para esto necesitamos herramientas y, en el fondo, sabemos cuáles son, pero a veces preferimos escapar antes de enfrentar la realidad. Son las experiencias que ya vivimos, las que nos marcaron. Aprendimos de ellas y aquí tenemos una de nuestras herramientas: el pasado. Y es que a veces tenemos miedo, porque nos hacen creer que amar es sinónimo de dejar de amarse a uno mismo, cuando es todo lo contrario. Tenemos que aprender a querernos para poder querer a otros y, cuando dudemos, apoyarnos en aquel hombro que tendremos a nuestro lado. Hay que crear esas bases fuertes, que son claves para que nos validemos en pareja y la contención con el otro sea mutua.

Por Eduardo Díaz Del Río
Director Fundación eNpareja

Conoce esta preciosa iniciativa: una fundación que nace de la experiencia personal y profesional de sus fundadores, que se proponen visibilizar a la pareja como un sistema humano transformador e influyente, situado al mismo nivel que el individuo o la familia.

Visita eNpareja.com
Facebook: eNpareja Chile

Foto: conmipareja