You are currently viewing El lado B de salir con un Toy Boy

Los primeros meses de cualquier relación son maravillosos, nos sentimos como verdaderas princesas de cuentos de Disney,  ya que los atractivos se basan en el buen trato y el encanto físico, pero ¿qué pasa en el caso de una pareja con notoria diferencia de edad? La persona puede aprender interesantes aspectos de la vida del otro: “de un lado, los de experiencia, y del otro, los de la juventud”, afirman las sicólogas Nelly Rojas de González y Marta Lucía Palacio en el libro 99 preguntas claves sobre amor y sexo.

Cada relación tiene su propio mundo y problemas. En esta oportunidad hablaremos de los casos en las que a las mujeres les gustan los hombres menores o  Toy Boy. Pon atención.

Lo más probable que suceda en este tipo de relación, es que posiblemente el Toy Boy no esté listo para un compromiso a largo plazo. El salir con una chica mayor que ellos, les resultará sumamente atractivo por el hecho de adquirir nuevas experiencias, sin embargo, puede ser sólo una intención o deseo pasajero, según el sitio especializado en citas Dating With Dignity.

Por otra parte,  las ideologías y valores son diferentes, es un hecho que ambos están en etapas distintas. Esto puede generar intereses desiguales, gustos desiguales y prioridades desiguales. Para muchos hombres que visualizan todos estos problemas ven la relación como un juego, más que algo serio.

Al no tomar de forma madura la relación,  la confianza juega un roll principal. La ansiedad e inseguridad que provocan los hombres menores es muy estresante,  debido a su poca estabilidad económica o por algún conflicto interno que deban solucionar.

Además, si es muy chico podría tener comportamientos inmaduros o infantiles que podrían molestar e incomodar a la pareja. Como por ejemplo,  ponerse obsesivo o celoso.

Este tipo de relaciones funcionará siempre y cuando ambos estén dispuesto a conocer otra perspectiva de la vida, porque lo más probable es que él o ella quiera tener más sexo de lo que uno suela tener, entre  otras cosas.

 Ya lo saben, a veces hay que pensar más con la cabeza que con el corazón.

Por: Andrea Neumann

Foto de: thefix.ninemsn.com.au