A estas alturas del Siglo XXI aún quedan profesiones o áreas laborales en que existe una predominancia masculina. Y eso es justamente lo que ocurre entre los grafiteros: son muy pocas las mujeres que han logrado integrarse a este mundo artístico y destacarse. Pero Lady Pink es, sin duda, la excepción. Considerada la Reina del Graffiti, esta ecuatoriana alcanzó la fama y el reconocimiento mundial gracias a su talento, tenacidad y visión artística única.
Nacida como Sandra Fabara, esta chica proveniente de Ecuador comenzó su carrera pintando los vagones del metro de Nueva York a fines de los setenta. Motivada por la muerte de su pareja, Lady Pink decidió expresar su dolor pintando el nombre del fallecido chico en las paredes de la ciudad. Pero fue su rol protagónico en la película “Wild Style”, en 1982, el que la convirtió en la figura de culto que es en la actualidad.
Pero nada fue fácil para ella. No solo tenía que preocuparse de escapar de la policía y cuidarse de no sufrir un accidente como el resto de los artistas callejeros, Lady Pink, además encontró, como era de esperarse, mucha hostilidad en el mundo grafitero. Como señaló ella en una entrevista realizada para artnet.com “Hubo muchos eventos aterradores. Llegar a los peores vecindarios de la ciudad de Nueva York en medio de la noche como una pequeña niña de 90 libras era bastante aterrador. Viajaba con un cuchillo; si te limpias las uñas con un cuchillo en la plataforma del metro, los chicos te dejarán en paz.”
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A pesar de la hostilidad, Lady Pink, rápidamente se hizo conocida como la única mujer capaz de competir con “los chicos” en la subcultura del grafiti. Ella fue percibida como una anormalidad, practicando una forma de arte que alguna vez se consideró peligrosa y no siempre legal, pero aceptada por sus pares.
Mujer y Punto tuvo la posibilidad de conocer más de cerca el arte de esta mujer en el Museo del Grafiti. La exhibición, titulada “Lady Pink – Graffiti HerStory”, abarcaba las cuatro décadas de carrera de la pintora, desde sus comienzos dibujando en trenes hasta su fama actual. Una muestra que en parte era un tributo a sus mentores e íconos del grafiti, así como una constancia de su lucha por los Derechos Humanos y el feminismo.
Wynwood y el Museo del Graffiti.
Podríamos decir que Wynwood es la capital del graffiti. Aquí este arte callejero no solo está permitido (a diferencia de otras ciudades del mundo) sino que además es promovido tanto por la ciudad como por particulares. Por eso no es de extrañar que justo aquí se encuentre el único Museo del mundo dedicado a la pintura con spray.
A través de su exhibición permanente principal, en este Museo podrás aprender la historia de este movimiento artístico desde sus comienzos en las calles de Nueva York. De hecho, en sus inicios, la mayoría de ellos simplemente escribían sus nombres en los vagones del metro de la ciudad. Pues bien, acá podrás conocer las diferentes tipografías y sus creadores. Pero, además tendrás la posibilidad de ver algunas obras únicas y comprar productos realizados por los mayores y más reconocidos artistas callejeros en la actualidad.
A pesar de que la exhibición de Lady Pink ya culminó, el Museo siempre tiene exposiciones muy interesantes y que les invitamos a visitar. Además, este lugar no solo es una oportunidad para hacer algo diferente en tu visita a Miami, sino también podrás aprender a pintar un graffiti, si así lo deseas. Todos los sábados puedes ser parte de una clase para principiantes que se realiza en las afueras del recinto. Y si por otro lado, uno de tus niños sueña con pintar paredes, puedes traerlo todos los domingos a las 10 AM. Durante 45 minutos, los menores de 13 años junto a sus familias disfrutarán aprendiendo técnicas de tipografía y a realizar personajes de burbujas.
Joanna Wurmann, Corresponsal Mujer y Punto en Miami
Museum of Graffiti
@museumofgraffiti
