You are currently viewing El polvo vacío
  • Post category:Sexualidad

El famoso polvo vacío llega a tu vida sin previo aviso o estando muy consciente, pero no queriendo ver, y es que la vida Wild On!, de mujer libre, linda y loca en algún momento termina por agotarte y comienzas a necesitar más afecto que sexo.

Lo peor de todo es que el polvo vacío te deja desmoralizada, desesperanzada y triste. Se preguntarán por qué, les voy a dar un ejemplo, estás soltera, hace rato que no tienes ningún encuentro sexual o estás queriendo un cariño al ego, entonces tu radar se activa y sucede algo impresionante, comienzan a llegar todos los tipos de hombres que te puedas imaginar.

A esa altura tu radar le está fallando el filtro, te conformas o te involucras con el más vivo, es decir al tipo que no le interesa conocerte a ti como persona, sino solo ponértela. El tipo es un charlatán que te intenta vender el discurso de que le interesas, que quiere conocerte y que lo conozcas, pero solo habla de sí mismo mostrándose como pavo real en periodo de apareamiento o te escucha de manera atenta y comprensiva, como parte de su estrategia.

Es muy típico que parezca un caballero criado a la antigua, te abre la puerta del auto, no deja que camines al lado de la calle cuando vas con él, paga la cuenta, llega con algún regalo, te invita a su parcelacio (parcela que parece palacio) o si es pobre, te invita a un lugar pintoresco. Tú sabes que él solo quiere tu cuerpo virginal, aunque haga toda esa actuación, porque el tipo es caliente y de alguna forma te demuestra o intenta demostrarte que lo calientas, que te quiere con papas fritas y Nutella.

Tienes sexo con él, porque para qué vamos a andar con cosas, tú también estás caliente y claro, la puedes pasar muy bien, el tipo puede ser muy cumplidor e incluso aprender cosas nuevas o puede ser muy aburrido, de igual forma lo comido y lo bailado no te lo quita nadie, pero lo que sucede después de ese o esos encuentros es esa sensación de vacío, no te deja nada, quizás uno que otro moretón, dolor y/o satisfacción debido al encuentro y nada más que eso.

Entonces te embarga la culpa y vergüenza, te preguntas ¡¿por qué tuve sexo con ese tipo?! Hasta te cuestionas tu amor propio, ¿tan poco te respetas o quieres que te agarraste a un tipo que sabes que no te merece? No porque seas mejor, sino porque no demuestra respeto hacia ti, no te ve como una persona sino como una mujer más a la cual se la quiere poner.

No me voy a hacer la loca, hay momentos en los cuales te gusta jugar ese juego o a veces sin rodeos puedes tener sexo con un tipo y no es tema, hasta que llega el polvo vacío con todos esos cuestionamientos y emociones que te desbordan. La frase que dice “todos los hombres no valen nada” se hace presente en su máxima expresión, piensas que hasta el hombre más feo y aburrido es malo con las mujeres, que el mercado está muy difícil, etc. Te vas a negro y te sientes al más puro estilo de estado de facebook “desesperanzada”.

Cuando las mujeres comenzamos a sentir que ese tipo de encuentros ya no es lo que deseamos en nuestras vidas, no estamos deseando una relación de pareja o tener sexo con el tipo después de varios meses de haber salido, casi como prueba de amor, solo deseas que te vean como una persona, que además de desear tener sexo contigo, tengan la intención de conocerte, al menos intentar construir un vínculo.

No pedimos tanto, se pueden dar las dos cosas de manera simultánea, no es excluyente. Que cosa más linda, tener sexo con un mino que lo calientas más allá de su aparato reproductor, lo calientas por solo el hecho de ser tú.

Queridas, ojo con el polvo vacío, ¡atentas! Escúchense, no se vendan un cuento, ¡por favor! La idea es aprender de estas experiencias, para luego no lamentarse o sufrir.