Los duques de Sussex se encontraban en medio de un paseo en Nueva Zelanda, cuando el príncipe se detuvo para hablar con Otia Nante, de 6 años y tomarse una selfie.
Según The Daily Telegraph, después de enterarse de que la madre de Otia se había suicidado, Harry se sintió preocupado y le dijo: “La vida siempre estará bien. ¿Lo sabes? Llegué a los 34 años y la vida es genial. Tengo una hermosa esposa y un bebé en camino. Tu vida se ordenará. No te preocupes por eso“. Posteriormente aceptó tomarse una selfie junto a él, rompiendo el protocolo real de no tomarse fotografías con los fanáticos.
Harry ciertamente podía entender perfectamente lo que sentía el niño, ya que el príncipe tenía solo 12 años cuando su propia madre, la princesa Diana, murió en un trágico accidente automovilístico hace 21 años. Luego ofreció apoyo a la abuela de Otia, y le aseguró: “Estás haciendo un gran trabajo, Nan. Los Nans son muy importantes en nuestras vidas”.
¡Mira la selfie! Qué hermosas palabras de aliento ¿cierto?
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