You are currently viewing El Testimonio de una Mujer Luchadora que conocí este 2013 @NereadeUgarte

felicidad (1)

Este año he conocido mujeres espectaculares en mi consulta… Luchadoras, poderosas, ejemplos de vida, mujeres para admirar. Una de ellas me contacta porque quiere tomar el Taller de Autoestima ya que estaba pasando por una situación difícil… Ante esa declaración le doy una hora y evidentemente asumo que algo para trabajar debe tener ya que está interesada en la hora más próxima…

Una rubiecita, estudiante, lindísima, inteligente y dulce llega a mi consulta, se sienta en la silla y comenzamos a conocernos. Una historia impresionante, a los pocos minutos de escucharla tuve que interrumpirla para decirle la gran admiración que hasta ese minuto estaba sintiendo por ella: “¿Te das cuenta de la mujer que eres? ¿Le has tomado el peso a todo lo que has vivido? ¿Te has detenido a pensar lo fuerte y preciosa que es esta historia de aprendizaje que has vivido?”Me mira y me dice: “No lo había visto así, sentía que había pasado por muchos malos momentos pero me doy cuenta de que todos esos momentos me han servido para valorarme como mujer y para tener la fortaleza que tengo hoy de vivir el día a día como lo que es… pasado atrás con todos sus aprendizajes, construyendo un futuro”.

Querida Jessé, gracias por llegar, por esperar tu hora, por devolverte a viña al no poder atenderte debido a los atrasos, pero sin embargo volver; hoy me siento parte de esta historia y me hace muy feliz verte feliz. De todo corazón Gracias por confiar en mi. 

Chicas, les dejo el Testimonio de esta luchadora, espero sea motivación para muchas… para mi lo fue con creces:

“Mi nombre es Jessé, tengo 25 años y soy estudiante. A mis 23 años me detectaron una insuficiencia renal crónica terminal, ustedes dirán: ¿Qué es eso? Lo mismo pensé yo en ese momento y Pronto entendí que significaba estar conectada a una máquina por 4 horas, 3 veces por semana para poder suplir la función que mis riñones no eran capaces de realizar en ese momento. Pasé de ser una mujer independiente, activa, deportista y llena de proyectos a ser una más de las tantas con una vida postergada por una enfermedad y que necesitan de la generosidad y compasión del otro para volver a vivir. 
Estuve en este proceso 2 años. Llenos de altos y bajos, en lo físico, social y especialmente emocional, ya que las bajas cifras de donación de órganos en nuestro país alejaban cada día más mi posibilidad de volver a ser una mujer “normal”. Cuando el día de parecía que no iba a llegar y mi ánimo y motivación habían desaparecido ocurrió lo imposible. Sonó mi teléfono. Era la coordinadora de trasplante y me bastó escuchar: “Tenemos un posible donante para ti” para que mi corazón se disparará de felicidad. Llegué a pensar que estaba soñando. 
A 4 meses de mi exitoso trasplante sólo puedo agradecer. Muchos dicen que es suerte, otros destino, yo prefiero llamarlo una “bendición”, el mejor regalo que pude recibir, la oportunidad de volver a nacer, volver a ser mujer con objetivos y metas por cumplir. Mucho que vivir y mucho que entregar.”