Quiero que te tomes un momento y te mires en el espejo. Quiero que realmente veas a la persona que te mira fijamente en tu reflejo.
Tal vez realmente te ves por lo que eres. Tal vez tienes algunas cicatrices que escondes por tu pasado. Tal vez tu cara está cubierta de lágrimas porque el dolor es demasiado. Tal vez tu sonrisa duele al fingir tanto para no preocupar a tus seres queridos.
Necesito que repitas esto: “Soy hermosa, soy digna, superaré esto“. Incluso si no lo crees ahora. Incluso si el estado en el que estás ahora es demasiado difícil para que puedas pronunciar esas palabras porque sabes que solo te estás mintiendo a ti misma. Te prometo que algún día lo creerás. Pero si no empiezas a decírtelo ahora cuando estás en tu nivel más bajo, nunca lo creerás.
Probablemente estés en un estado de limbo en este momento. Te sientes perdida después de lo que se siente como si salieras apenas viva de una larga batalla. Tal vez acabas de terminar las cosas con alguien que solo te estaba guiando hacia la inevitable condena. Tal vez dejaste ir a alguien que lucha contra sus propios demonios y sabes que se merecen algo mejor.
En cualquier caso o situación, quiero que sepas lo que mereces. Incluso si tienes que volver a leer cada uno una y otra vez hasta que finalmente comiences a entenderlo.
Esto es lo que te mereces:
Te mereces a alguien que nunca te da señales confusas.
Te mereces a alguien que note cómo iluminas una habitación con tu presencia.
Te mereces a alguien que haga que tu sonrisa duela por lo feliz que te sientes a su alrededor.
Te mereces a alguien que mueva montañas por ti.
Te mereces a alguien que pueda nadar a través de las olas más fuertes, y no que apenas se meta al agua.
Mereces a alguien que te aliente a alcanzar tus metas, no a disminuirlas.
Mereces a alguien que quiera que estés ahí, no a alguien que le teme al compromiso.
Te mereces a alguien que crea en tus sueños, no que los menosprecie.
Te mereces a alguien que quieras presentar a tu mamá y amigos, no a esconderte de todos por miedo.
Mereces a alguien que dejaría todo para estar a tu lado, no a alguien que tuvo que encontrar algo de tiempo para ti.
Te mereces a alguien que te vea y te ame, no a alguien que quiera cambiarte.
Te mereces a alguien que no te haga adivinar todo, alguien que te haga sentir segura.
Te mereces a alguien que se conecte contigo fácilmente, no a alguien a quien tengas que forzar.
Te mereces a alguien que haga que tus ojos se iluminen y el corazón se agite. No alguien que haga que tu estómago se retuerza con confusión, tus ojos se llenen de lágrimas y el dolor de corazón por el dolor que causan.
Te mereces a alguien que limpie tus lágrimas por ti, no a alguien que sea cuya razón por la que estás llorando.
Te mereces a alguien que te haga sentir llena, no a alguien que te haga sentir sola.
Te mereces a alguien que nunca te haga cuestionar tu valor, sino que te da razones por la que eres digna.
Te mereces a alguien que te saque de tu oscuridad, no que traiga más a tu vida.
Y, por último, mereces a alguien que te haya hecho comprender por qué todas las demás personas antes de ellos estaban equivocadas, y no otra persona que agregar a tu lista de personas que te lastimaron.
Entonces, confía en que algún día podrás sentir esto y estar en un lugar donde todo lo anterior que has vivido te llevaría a algo mucho mejor. Puede llevar tiempo, no pasa nada de la noche a la mañana. Pero por ahora recuerda esto: eres hermosa, eres digna, y superarás esto.