Hoy existe una entidad que agrupa a las “Empresas de Gestación Subrogada” de España. Esa entidad se llama Surrofair y hace cuatro años que realiza una feria de vientres de alquiler temática en que dan a conocer sus ofertas comerciales a los potenciales clientes junto con los avances que se han logrado en la materia. Siempre ha tenido detractores por promover la “comercialización del cuerpo humano”, pero en la cuarta versión que se llevó a cabo este año dos periodistas del diario digital El Español se infiltraron en el lugar para saber exactamente cómo operaban estas empresas en cuanto a métodos y selección, el resultado generó aún más polémica, pues quienes están en contra cuestionan la frialdad con la que se opera.
Cómo opera una feria de vientres de alquiler
Los periodistas se infiltraton en la feria de vientres de alquiler haciéndose pasar por una pareja que buscaba tener un bebé “rubio, de ojos azules y estilo californiano”. No cualquier puede entrar, pues se solicita una inscripción previa y debes ser aceptado. Ambos llegaron al Hotel Weare Chamartín de Madrid y deambularon con ese curioso deseo por los 24 stands de empresas que ofrecen el servicio. Si bien la gestación subrogada (nombre formal a la práctica de vientre de alquiler) está prohibida en España, sí puede realizarse en países como Grecia, Ucrania y Estados Unidos, por lo que al año, se estima que viajan más de mil familias españolas a esos lugares para iniciar el proceso.
Luego de mirar varios stands de la feria de vientres de alquiler, la pareja de periodistas logró su cometido en el stand de “California Center for Reproductive Medicine”, una empresa con sede en San Diego. “Bueno, no hay lista de espera. Así que si lo pides ahora… Calcula 14 o 15 meses“, explica el vendedor. Luego continúa diciendo que la edad de la mujer que tendrá el embarazo fluctúa entre los 24 y 37 años y que el vínculo debe ser de mutua elección, es decir, ambas partes seleccionar con quien desean “trabajar” (la familia y la mujer que se va a embarazar).
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“Las gestantes están completamente evaluadas psicológica y médicamente. Se revisan incluso sus antecedentes penales. Todo, pero todo es para ustedes. En algunas ocasiones, algunas parejas usan la posibilidad del Skype cuando la mujer que lleva el bebé tiene que ir al ginecólogo. Una clienta me lo dijo. El médico le estaba haciendo la ecografía a la mujer que llevaba a su hijo y el médico se dirigía al móvil, se dirigía a la madre. Le dice: ‘Mira, mira, ahí está tu bebé’. Y ella decía: ‘Me sentía como si yo estuviera allí, como si estuviera embarazada”, detalla el vendedor.
Luego, es obligación e indispensable que la pareja acuda personalmente al lugar en donde nacerá el niño, ya que debe donar la esperma y los óvulos para el proceso. Si la madre no puede ceder sus óvulos, entonces también se selecciona una donante. Pero eso no es todo, pues cuando se trata de vientres de alquiler, nada es azar y para completar el proceso la pareja interesada debe decidir a través de un catálogo cuáles son los rasgos genéticos que quiere que posea su futuro bebé, mirando una a una las fotografías de las gestantes.
Es entonces como literalmente se puede elegir por catálogo el aspecto del hijo y las mujeres gestantes sólo deben cumplir con un requisito: haber sido madres anteriormente. Por cada vientre de alquiler ellas reciben aproximadamente 23 millones de pesos chilenos (35 mil dólares), mientras que el valor total del tratamiento puede llegar a costar cerca de 114 millones de pesos chilenos (175 mil dólares).
¿Qué opinan ustedes sobre la posibilidad de acceder a un vientre de alquiler para tener un hijo? Las opiniones son divididas pues hay quienes cuestionan su naturalidad y la opción de incluso elegir la información genética de un hijo, llegando a pedir a las personas que “no compren bebés ni exploten mujeres” y sosteniendo que “El límite de la libertad está en que los seres humanos no están en venta”; como también hay quienes defienden esta opción abogando al derecho que tienen de informarse al respecto y a la libertad de elección.
Hay mujeres que han perdido su útero, que padecen ciertos tipos de cáncer, endometriosis o malformaciones uterinas que apelan a esta opción como algo totalmente válido y personal, como también acuden a este método parejas homosexuales u hombres solteros que prefieren esta vía que optar por la adopción, siendo esta una oportunidad para ellos.
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Por: Fernanda Urzúa M.
