No hay duda alguna que muchas industrias (por no decir que casi todas) se han visto afectadas por la pandemia del coronavirus. Pero tal vez, acá en el Estado de la Florida en EE.UU, los restaurantes sean quienes peor lo han pasado. Por una parte, no sólo el cierre de sus comedores principales ha sido devastador, sino además la falta de turistas, en una región que vive en gran parte del turismo, ha mermado a muchos locales. Y ya que muchos han debido confiar su supervivencia en el take out o el delivery, no es menor que empresas de despacho a domicilio, como Ubereats y similares, cobren porcentajes ridículos (30 por ciento), mermando aún más las ganancias de los chefs y sus inversores.
En este escenario, imagínense abrir un nuevo restaurante a fines de enero, para ver como dos meses después debes cerrar sus puertas. Pues eso es lo que le pasó a la pareja de Chefs, Jeremy y Cindy Bearman, creadores de High Dive en West Palm Beach. Ubicado en el recientemente renovado Rosemary Square (conocido antes como City Place) y con 5 mil pies cuadrado, esta nueva propuesta está enfocada en frutos del mar locales e ingredientes frescos. Con una estructura amplia y luminosa en la que destacan los toques acuáticos, maderas naturales y una imagen de un pulpo hecho con azulejos en Italia, el lugar sin duda promete una experiencia que no hay que perderse.
Después de una profunda limpieza del lugar, clases especiales a los empleados y la implementación de los cambios exigidos por el Estado, High Dive volvió a abrir sus puertas. Y nosotros, con mi novio, tuvimos la posibilidad de degustar sus manjares. Aun cuando el menú, que nos ofrecieron, cuenta con menos opciones que la carta original, puedo decirles que sólo con unos pocos platos fuimos capaces de comprender que ésta es una excelente e interesante propuesta.
Dato simpático, una de las regulaciones obliga a los restaurantes a que sus menús sean personales y desechables. Por esto ya son varios los lugares que han recurrido a códigos QR, que pueden ser leídos fácilmente por cualquier Smartphone. En el caso de High Dive, éste viene en una portavasos que encontrarás en la mesa.
Esta carta más pequeña cambia cada semana, destacando, eso sí, los platos más exitosos del menú original (que pueden ver online). Nuestra degustación comenzó con el Yellow Fish Tuna Nacho (USD19). En general, no soy muy fanática de esta preparación mexicana, ya que incluye mucha fritura y grasas. Sin embargo, aquí comenzaron las gratas sorpresas. No sólo la porción era generosa y suficiente para compartir con mi hambriento novio, sino que además sus ingredientes tenían un toque de frescura ideal para el calor de West Palm Beach. Pero sin duda, la mayor felicidad fue descubrir que los trocitos de masa estaban hechos de Wonton. Sí, tal vez me dirán: “pero eso es frito”. Sí, claro, pero éstos son más livianos y menos llenadores. Puedo decir que lo crujiente de estas masitas, lo fresco del pescado sumados a la jícama curtida y picante, hacen de este un plato digno de devorar. No es por nada, según nos contó nuestra camarera, éste es una de los preparaciones más solicitadas.
Si han seguido mis experiencias culinarias sabrán que algunas de mis preparaciones favoritas son los tacos de pescado. Éstos, junto con la Burrata, han creado una especie de ranking personal que me permite comparar restaurantes. Por lo que a donde voy, si encuentro alguno de estos platos: los pido. Pues bien en High Dive, ofrecían Local Fish Tacos (USD15). Éstos estaban bastante picantes, pero muy sabrosos. Hechos con blackened fish (pescado ennegrecido) y una doble tortilla, colocaron al restaurante en uno de los lugares más altos en mi listado.
Por último, probamos el Local Mahi Mahi (USD26). El pescado venía sobre una cama de papas, que estaban crujientes por fuera y húmedas por dentro; con rapini (verdura similar al brócoli) y una salsa romesco de avellanas, cuya mezcla de tomates, pimientos rojos y frutos secos, daban al plato una conjunción entre ahumado, crujiente y un poco de dulzura. Y aun cuando a mí que ese tipo de nuez no me gusta demasiado, no podía parar de comer. Me encanta cuando los chefs gustan de ser osados y presentan platos con combinaciones atrevidas, pero cuyos ingredientes hacen sentido en el paladar.
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Debo reconocer que no esperaba mucho de High Dive, pero sus platos son un verdadero deleite para el paladar. Una sorpresa de sabores y texturas; a la vez frescas y sabrosas. Es fácil ver en la propuesta los años de experiencia del Chef Jeremy junto a Daniel Boulud y Joel Robuchon y la razón tras la estrella michelin del fallecido restaurante, Rouge Tomate de Nueva York, donde él fuera el chef ejecutivo.
Sin duda, un lugar que hay que visitar en tu paseo por el Rosemary Square. Éste es un dinámico centro de compras, restaurantes y entretenimiento ubicado en el corazón de West Palm Beach. El arte es parte importante en esta plaza. Por eso acá podrás encontrar tres instalaciones a gran escalas dignas de ver: “El árbol de los deseos”, “Water Pavilion West Palm” y la instalación luminosa “MEIYW (My East Is Your West) “, las que sirven como piezas centrales del vecindario.
Además, Rosemary Square cuenta con una variada colección de restaurantes y tiendas en todas las categorías. Comedores de notables chefs así como interesantes conceptos de ventas minoristas completan este recientemente renovado espacio público, que se ha convertido en el centro de la entretención y la cultura de West Palm Beach y sus alrededores.
Joanna Wurmann, Corresponsal Mujer y Punto Miami
High Dive
550 S Rosemary Ave. Suite #236, West Palm Beach.
