Hoy es mi cumpleaños. Cumplo 30 años. A pesar de que los parto media enferma (Influenza) no puedo dejar de transmitirles lo que he pensado esta última semana.
Más que nada pienso en agradecer. Tengo 30 y he cumplido muchos de los sueños que siempre quise para mi: Ser psicóloga, trabajar en sexualidad con mujeres, tener un sitio web y transmitir lo que voy aprendiendo de mis estudios y de mi práctica profesional a la mayor cantidad de personas que les interesen estos temas que a mi me apasionan…
Tengo una familia preciosa, que me ha enseñado muchísimo del amor y de la vida… tengo unas amigas de esas que no todas tienen la suerte de tener: hermanas… de esas con las que creces, de esas que no debes explicarle la historia para que te entiendan, de esas que te miran y te leen, porque te conocen…
Tengo fracasos en historias de amor, como todas, que me han hecho crecer de una forma que ni yo sabía que podía hacer y que me convirtieron en una mujer que hoy me encanta, mucho más segura de lo que quiere y de lo que no… Gracias a todo esto que aprendí, hoy abrí mi corazón como muchas veces se los he transmitido a ustedes: sin alitas, sin salvavidas, sin miedos… Me permití ser yo, pedir lo que necesito y estar dispuesta a negociar lo que no quiero, por amor… Muchas veces fui ciega e individualista, hoy entiendo que “esa yo” era parte de un proceso necesario para ser “la yo” que soy hoydía: dispuesta a tranzar, feliz de ver feliz a otro y profundamente sensible a cada señal de amor que me entregan…
Tengo muchísimas mujeres, que me escriben y me leen día a día para contarme de sus vidas, de sus historias, de su felicidad… tengo muchas más con las que he tenido la suerte de compartir cada vez que voy a trabajar a otra ciudad o dentro de stgo y mi corazón se llena de alegría cada vez que me dan las gracias por haber aportando aunque sea un granito de arena en sus vidas. Tengo mis pacientes, que por más que la Escuela que me formé en Psicología me enseñó que uno debía mantener un “encuadre” en terapia, yo me lo metí al bolsillo: comparto su felicidad, me emociono con sus logros, los abrazo si están tristes, los motivo si están aburridos, gritamos si estamos emocionados, en fin, soy su compañera en malos momentos y adoro salir de esos momentos con ellos.
Tengo una socia maravillosa, una mujer que me ha enseñado muchísimo de la vida y de cosas que nunca me había detenido a pensar.
En fin, sólo agradecer, a TOD@S los que han apoyado esta formación de vida y espero sigamos aportándonos un@s a otr@s en este sorprendente camino! de todo corazón: ¡GRACIAS!
Nerea de Ugarte, Directora de Mujer y Punto
