El próximo 25 de julio se acerca: ese día Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo se convertirán en marido y mujer. No sólo celebrarán dos bodas, una civil en Mónaco y una religiosa una semana después en Italia, los novios también han confeccionado dos listas de boda, una en Montecarlo y otra en Milán, más una tercera opción solidaria, para que ningún invitado tenga que pensar demasiado qué regalarles.
La prestigiosa boutique Czarina –que cuenta con dos establecimientos en el Principado y tiene antigüedades, joyas y objetos para el hogar- fue la elegida para hacerse con piezas de estilo étnico y chic. Entre ellos se cita un juego de sal y pimienta con forma de flamencos de 100 euros, un cascanueces de madera con forma de caracol de 565 euros, una bandeja cuyas asas tienen forma de cuernos por 410 euros y una barra de bar móvil, confeccionada con cuero, de 13.000 euros.
Los novios, lectores voraces, crearon una segunda lista en la librería Taschen en Milán teniendo en cuenta dos rangos de precios: uno económico y una en la que se encuentran libros que pueden llegar a los 10.000 euros por un solo volumen. Arquitectura –él trabaja en una de las empresas líderes en construcción en el Principado-, viajes o fotografía, son algunas de las temáticas elegidas por Pierre y Beatrice.
Pero la cosa no termina allí, la pareja habría incluido algunos títulos de la sección de “literatura erótica” como la colección Playboy. Una autobiografía ilustrada y creada por Hugh Hefner que narra sus primeros 25 años al frente de la revista. Seis tomos que componen una edición limitada a 1.500 ejemplares, cada uno de ellos numerado y firmado por Hefner. Como curiosidad este regalo incluye una copia del legendario pijama de seda que el creador de la revista ha lucido y popularizado durante toda su vida.
Para aquellos invitados más filántropos pusieron a disposición el número de cuenta de la fundación Amade (Asociación Mundial de los Amigos de la Infancia). Una organización creada por la princesa Grace en 1963 y de la que ahora es presidenta Carolina de Mónaco, los novios han querido que los “regalos de boda” que lleguen por esta vía se destinen a un proyecto de asistencia de menores en Sicilia.
