You are currently viewing La desconocida Vulvodinia

En la mayoría de los casos han consultado muchos doctores, diagnosticándoles hongos vaginales y recetándoles óvulos o cremas en reiteradas oportunidades, sin haber obtenido una solución a su problema.

En Estados Unidos esta es una patología muy frecuente, se estima que un 15% de las mujeres lo padece.

La Vulvodinia se define como un dolor crónico en la vulva, puede ser generalizada o localizada al área del Vestíbulo y Vulva, llamándose “Vestibulitis vulvar”.

Generalmente, se encuentra enrojecimiento vulvar y dolor localizado al provocar presión con un cotonito de algodón, en ciertos puntos, además de espasmo de la musculatura vaginal.

Frecuentemente, las relaciones sexuales son dolorosas, por la fricción y roce del pene en el área afectada.

Las causas no están muy claras, pero se ha descubierto que existen mayor cantidad de receptores del dolor en el área vulvar en las mujeres que lo padecen, además de factores inflamatorios, irritativos y alergias frecuentes.

Existen varios aspectos involucrados en esta patología, como los psicológicos, sexuales y  orgánicos.

Por lo tanto, el tratamiento debe ser multidisciplinario, involucrando a los siguientes profesionales:

  • Ginecólogo experto en la materia, que podrá diagnosticar la patología y usara los  medicamentos adecuados para cada paciente.
  • Kinesióloga especialista en Disfunciones del suelo pelviano y sexualidad, en donde se trabajara con distintas  técnicas para relajar la musculatura vaginal y técnicas de desensibilización para reiniciar la vida sexual sin dolor.
  • Sexólogo, quien ayudara con distintas técnicas de control de angustia, relajación y  focalización sensorial, para mejorar el aspecto psicosexual.
  • Medidas de cuidados higiénicos específicos, evitando jabones, uso de calzones de algodón, toallas higiénicas hipo alergénicas, que actualmente podemos encontrar en el mercado nacional.
  • Uso de lubricantes vaginales con base en agua con PH lo más cercano posible al vaginal
  • Dieta adecuada, evitando alimentos altos en oxalatos que acidifican la orina y provocan aún más irritación y dolor.

Lo importante es detectar y hacer un diagnóstico adecuado de esta patología y consultar con expertos en la materia.

Este problema SÍ tiene solución, por lo que deben animarse a consultar y no seguir sufriendo.