You are currently viewing La pandemia de coronavirus no detiene a las mujeres

El coronavirus supone un reto para las ciencias de la salud y el funcionamiento de la sociedad en general. No se trata solo de llevar cubrebocas y mantenerse a metro y medio de distancia. Esta pandemia ha afectado nuestra rutina cotidiana, desde la compra de víveres en el supermercado hasta la forma en que trabajamos. Pero para las mujeres que están a cargo del orden en casa y que también tienen responsabilidades laborales, el cambio ha sido radical.

Ahora bien, el lado positivo de la situación es que cada vez se toma más en cuenta el aporte de las mujeres en sus comunidades(y el mundo). Su visibilización ha logrado que se aprecien mejor las condiciones y exigencias profesionales y domésticas a las que están sujetas, haya o no enfermedad.

Las dinámicas hogareñas durante la pandemia

Según el informe de la ONG española Oxfam Intermón, actividades como cocinar, limpiar o atención de enfermos y niños son trabajos de cuidado que, en su mayoría, cubren las mujeres. De hecho, el 80% de los empleados domésticos a nivel global son mujeres. Solo este tipo de labores no remunerados (es decir, las que haces a diario en casa) contribuyen a la economía mundial un valor añadido de al menos 10,8 billones de dólares anuales.

Las tareas domésticas son tan importantes como el trabajo de oficina o el autónomo, pues benefician la estabilidad general de la familia, así como también la productividad y la salud de las colectividades. 

Dada la reciente cuarentena preventiva por el coronavirus, hombres y mujeres pueden trabajar en el hogar de forma más equitativa. Por ejemplo, los protocolos de higiene antes y después de salir pueden hacerse en equipo, sobre todo si tienen niños en casa las 24 horas. Así mismo, mientras paseas al perro, ¿qué mejor forma de aliviar la carga que incluir a papá en el apoyo con las tareas de la escuela?

Mujeres trabajando en primera línea contra el coronavirus

De acuerdo con UN Women, al menos un 70% del personal médico y de higiene a nivel mundial son mujeres (nota en inglés). La mayoría no recibe la misma paga que los hombres y deben cumplir con jornadas de trabajo más exigentes. Así mismo, una buena parte de los cuidadores personales son, de nuevo, del sexo femenino.

Por otro lado, aquellas mujeres que deben salir a trabajar en servicios y atención al público (cajeras, secretarias, gerentes, choferes, entre otros) se arriesgan a entrar en contacto con posibles pacientes asintomáticos. Esto implica que ellas están más expuestas al virus, lo que las vuelve más vulnerables a contagios.

Sin embargo, también hay casos de mujeres políticas que están tomando el liderazgo para combatir la enfermedad.

Sobran ejemplos formidables como la primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir. Parte de su programa contra el coronavirus es brindar test gratuitos y un programa de monitoreo que hizo innecesario el aislamiento. Por su parte, en Nueva Zelanda, la mandataria Jacinda Ardner decidió cortar de raíz el esparcimiento del virus cerrando sus fronteras a extranjeros. A fin de evitar la desinformación y los contagios por negligencia, ella le habla al país todos los días a través de las redes sociales.

Lorna Collante
Journalist & Communications Consultant
www.lornacollante.com