Este miércoles 18 de abril, E! news informó la pérdida de un integrante de la familia real, quién era significativo para la reina Elizabeth, y que la mantiene con gran luto por muchas razones.

El motivo de luto es por la muerte de su último corgi criado en casa, Willow. El perro, que se creía que tenía casi 15 años, había padecido cáncer y fue sacrificado recientemente en el Castillo de Windsor,  informó The Daily Mail. La Reina ha tenido más de 30 corgis durante todo su reinado y, según informes, dejó de criarlos hace unos años porque no quería dejar ningún rastro después de su muerte.

«Ella ha estado de luto por cada uno de sus corgis a través de los años, pero está más triste por la muerte de Willow que cualquiera de ellos«, dijo una fuente del Buckingham Palace al Daily Mail . «Probablemente sea porque Willow fue el último vínculo con sus padres y un pasatiempo que se remonta a su propia infancia. Realmente se siente como el final de una era«.

Willow era la decimocuarta generación descendiente del primer perro de la reina, Susan, que era su regalo de cumpleaños número 18. Su padre, el rey Jorge VI, trajo por primera vez un corgi, Dookie, a la familia real en 1933.

La reina todavía tiene a Whisper, un corgi que ella adoptó después de la muerte de su dueño, un ex guardabosques en su finca de Sandringham. Ella también tiene perros Vulcan y Candy, que son «dorgis», una mezcla entre un corgi y un dachshund.