You are currently viewing La vista y la comida en Juvia te enamorarán

Por Joanna Wurmann

Definitivamente, los brunch tienen otro sabor en Miami últimamente, sobre todo si es en Juvia. Ubicado en el corazón de Lincoln Road, este restaurante ofrece una de las vistas más bellas de la ciudad. Aunque podría estar dentro de cualquier hotel cinco estrellas, en realidad Juvia está en el noveno piso del reconocido estacionamiento en el número 1111 de la famosa calle, desde donde con nitidez podrás ver en el horizonte los hoteles Art Deco que bordean South Beach y más allá. No importa si es de día o es de noche, acá el paisaje es parte del menú. Y aunque es cierto que, al ponerse el sol, el romance pareciera surgir con más facilidad, la luminosidad de los rayos solares entrando por las ventanas en este lugar es tanto o más inspiradora que al anochecer.

Bautizado así por el árbol autóctono de nuez brasileña que nutre a Brasil, Juvia tiene un menú que mezcla la comida latina (especialmente la peruana) con toques franceses y japoneses. Con presentaciones muy originales, en las cuales la creatividad y extravagancia son parte de cada plato, acá nada te dejará indiferente.  Con una gran variedad de pescados y mariscos frescos, así como algunos platos mediterráneos reconocibles, como la burrata y un par de risottos y una interesante variedad de platillos con Wagyu, en este restaurante encontrarás algo para todos los paladares.

El recientemente inaugurado brunch dominical, ofrece una variedad de aperitivos únicos, como el ceviche hecho con pescado blanco, calamares crujientes y cebollas rojas; platos principales como los huevos benedictinos de salmón ahumado servidos con salsa holandesa de yuzu; y guarniciones únicas como la croqueta de causa hecha con alioli de ají amarillo, cebolla morada y micro cilantro. Además, podrás acompañar estas delicias con dos horas de libre consumo (USD35) de mimosas, bellinis, proseccos, tequilas margarita o aperol spritz. Ah, y si todo esto lo haces al son de la mejor música en vivo, este será un domingo como ningún otro. La vista te dejará boquiabierto, pero la música te hará bailar.

Sin duda, para mí, el Truffle Ceviche Carretillero (USD27) fue uno de mis platillos favoritos. La mezcla de la leche de tigre con el aceite de trufas negras crea un plato único e irresistible. Con una porción bastante abundante, que bien podría ser seleccionada como plato principal, ésta es perfecta para estos calurosos días de verano en Miami. Algo similar ocurre con el Salmón Nashi (USD28) y el Hamachi Espuma (USD31). Cada plato destaca por su hermosa presentación hermosa, en particular el Hamachi Espuma, cuyos trozos han sido colocados como pétalos de flores en el plato y coronados con una delicada espuma de yuzu kosho. Este es un plato delicado donde cada bocado pareciera fundirse con la espuma en el paladar.  Por su parte, el Salmón Nashi es una propuesta interesante y diferente, la mezcla de lo crujiente de la fruta japonesa con la suavidad del salmón y el aceite de trufas crea un toque lujoso digno de la maravillosa vista que lo acompaña.

A continuación, probamos el Wagyu Short Rib Gyoza (USD34), que se sirve con puré de chirivía, hongos shitake y glaseado asiático. Me encantó la sensación de la carne deshilachada en el interior que, gracias a la grasa propia de este tipo de res, se siente suave y húmeda, creando una perfecta armonía con la masa que a su vez no estaba ni demasiado gruesa ni demasiado delgada. Sin embargo, no sé si fue el puré o el glaseado, pero algo en los acompañamientos de la Gyozas no fue de mi total agrado.

Aun cuando con las entradas ya nos sentíamos suficientemente satisfechas, nos era imposible abandonar Juvia sin al menos probar algunas de sus propuestas para principales. Comenzamos con el River Farm Wagyu Picanha (USD 82) que es lo suficientemente grande como para ser compartido entre varias personas. La estaba preparada a la perfección y aun cuando el chef propone acompañarla con algunas de las 3 salsas (shiso y cebolla roja, chimichurri y salsa de carne) con las que viene, yo te recomiendo saborearla sola, y así poder disfrutar de ese sabor y textura que hace que pareciera que la carne se derrite en la boca. Algo que contrasta con el Roasted Chilean Sea Bass (USD58), cuya mantequilla de XO con albahaca ha convertido a la piel del pescado en una deliciosa y crujiente capa que exuda sabor y textura.

Y como yo siempre dejo espacio para el postre, debo decir que los profiteroles rellenos de helado de dulce de leche y cubiertos con salsa caliente de chocolates, es uno de las preparaciones más sabrosas que me han tocado en el último tiempo. Debo reconocer, que, en general, no soy muy fanática de los profiteroles, pues tienden a ser pura masa semi cruda, de poco sabor y relleno. Sin embargo, en Juvia la masa era delgadita e increíblemente crujiente. Si no lo hubiera visto hubiera pensado que era un barquillo relleno. En fin, una delicia con la que terminar un brunch, donde la comida es tan buena como la vista que ofrece.

Así es que si quieres hacer algo diferente este domingo no lo dudes, Juvia es el lugar perfecto, ya sea para una cita romántica o para un brunch con las chicas donde pueden comer al ritmo de la buena música y con la bella vista de Miami como escenario… Ah, y no olvides que acá el calor no es una excusa.

Joanna Wurmann, Corresponsal Miami, Mujer y Punto.
Para más de Miami sígueme en @miamibyjoey

Juvia,  1111 Lincoln Road, Miami Beach, www.juviamiami.com
Horario del Brunch: Domingos 11:30 a.m.-3:30 p.m.