Creo que muchas veces en la vida me he preguntado si las personas cambiamos realmente…
Cuando era pequeña tenía la esperanza de que sí. A medida que fui creciendo pensé que todos íbamos evolucionando de forma positiva y creí que había una especie de relación directa entre la edad, madurez y cambio.
Posteriormente la vida me fue enseñando que muchas veces las personas simplemente no cambian, no evolucionan de manera positiva y tampoco maduran de la manera que muchas veces quisiéramos que lo hicieran…
Mujeres perfectas y hombres perfectos, claramente no existen. Todos tenemos nuestros defectos… Pero, qué pasa cuando notamos que algunos de nuestros defectos están perjudicando y desgastando nuestra relación de pareja?
En esos casos ¿Estamos realmente dispuestas a cambiar? ¿O simplemente creemos que el otro es el único que debe cambiar?
Muchas veces me he dado cuenta que en beneficio de mejorar alguna relación amorosa, tanto hombres como mujeres, hacemos el mayor de nuestros esfuerzo por intentar cambiar aquellos defectos que pueden molestar al otro por ejemplo: los celos, nuestro mal carácter, el ser tan críticos con nuestra pareja y con nosotros mismos, entre otros…
Pero hay otras veces que lamentablemente las mujeres “creemos que porque nosotras lo decimos”, nuestra pareja va a cambiar o peor aún: Creemos que tenemos el poder de cambiar al otro…. Cosa que claramente no es así… Ya que al final de cuentas cada uno “es como es” y el cambiar o no es una decisión personal…
Todo cambio verdadero implica necesariamente tiempo, y cuando decidimos que es momento hacerlo: es una tarea sumamente difícil, ya que para bien o para mal, nuestros defectos y virtudes son lo que nos definen como las personas que somos.
Y ustedes:
¿Creen que las personas cambiamos? ¿han intentado cambiar a un hombre?
Por @Mikaelaromy
Foto de: www.eoi.es
