“Simplemente no hay excusa para lo que les estamos haciendo a nuestros hijos y cómo estamos poniendo en peligro su futuro y desarrollo”, advierte en entrevista con BBC Mundo el neurocientífico francés, Michel Desmurget. El experto y director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud de Francia acaba de publicar “La fábrica de cretinos digitales”, un libro que cuenta con datos duros y en forma contundente demuestra cómo los dispositivos digitales están afectando gravemente, y para mal, al desarrollo neuronal de niños y jóvenes.
El experto, que tiene una vasta obra científica y ha pasado por reconocidos centros de investigación como el Massachusetts Institute of Technology (MIT) o la Universidad de California asegura que la relación de los niños y jóvenes de la actualidad con la tecnología está afectando negativamente su desarrollo neuronal, al punto de convertirse en la primera generación en tener un coeficiente intelectual más bajo que sus padres.
Por años, los investigadores observaron en muchas partes del mundo que el coeficiente intelectual aumentaba de generación en generación. A esto se le llamó el ‘efecto Flynn’, en referencia al psicólogo estadounidense que describió el fenómeno. Pero, recientemente, la tendencia comenzó a invertirse en varios países. Y aún, cuando el especialista asegura que no es posible determinar el papel específico de factores como el sistema de salud, el régimen escolar, la nutrición, la contaminación (especialmente la exposición temprana a pesticidas) o la exposición a las pantallas. “Lo que sabemos con seguridad es que incluso si el tiempo que un niño pasa frente a una pantalla no es el único culpable, este tiene un efecto importante en el coeficiente intelectual”, asegura el neurocientífico.
De acuerdo con varios estudios, el aumento en el uso de la televisión o los videojuegos produce una disminución en el coeficiente intelectual y el desarrollo cognitivo. En la entrevista con la BBC, Desmurget aseguró que “Los principales fundamentos de nuestra inteligencia se ven afectados: el lenguaje, la concentración, la memoria, la cultura (definida como un corpus de conocimiento que nos ayuda a organizar y comprender el mundo), conduciendo, en última instancia, a una caída significativa en el rendimiento académico”.
Ante la consulta de por qué el uso los dispositivos digitales provoca todo eso, el especialista explicó que “Las causas están claramente identificadas: disminución en la calidad y cantidad de interacciones intrafamiliares, que son fundamentales para el desarrollo del lenguaje y el desarrollo emocional; disminución del tiempo dedicado a otras actividades más enriquecedoras (tareas, música, arte, lectura, etc.); interrupción del sueño, que se acorta cuantitativamente y se degrada cualitativamente; sobreestimulación de la atención, lo que provoca trastornos de concentración, aprendizaje e impulsividad; subestimulación intelectual, que impide que el cerebro despliegue todo su potencial; y un estilo de vida sedentario excesivo que, además del desarrollo corporal, influye en la maduración cerebral”.
