En mi visita a la increíble ciudad de Barcelona, España, entre tanto que hacer y ver, me esperaba una cita muy especial en el restaurante Lasarte*** ubicado en el histórico Hotel Monument con el magnífico cocinero ganador de 12 estrellas Michelin: Martín Berasategui, sinónimo de excelencia mundial en el campo gastronómico.
En esta nota te invito a conocer junto conmigo sus comienzos en la cocina, la influencia de las mujeres en su vida, el significado de ser ganador de una (¡o varias!) estrellas Michelin, los principios que lo formaron para ser el profesional que es hoy y mucho más.
De llegada en el hotel Lasarte el ambiente que se experimenta es único, fielmente dedicado a la cocina de autor con la firma del español Martín Berasategui todo empieza a cobrar sentido una vez que uno lo visita. Ya en compañía de Martín, mi primera pregunta es dirigida a cómo cree que está consolidado su éxito, si es obra de sus distinguidos sabores, el trabajo en equipo o la creación de platos únicos que se presentan como obras de arte. Su respuesta fue que son las tres cosas, sumado al rigor, a la disciplina, al disfrute y al “ser inconformista” para seguir perfeccionándose día a día.
Es que Martin, en su cocina, se siente embajador de su país. Embajador del trabajo en equipo, de los pescadores, de los mieleros, de los bodegueros y de todo aquel que deja su granito de arena para sumar a su firma. De eso, él asegura que está hecho su éxito cosechado, junto a la cultura del esfuerzo.
Sus inicios en esta profesión tan bonita que le apasiona fueron muy humildes en la casa de sus queridos padres hace 48 años, en la casa popular de las comidas que lo vio nacer y crecer en parte vieja de San Sebastián, sitio en el cual recibió su primera Estrella Michelin.
Su hogar de nacimiento lo siente como un privilegio, que le dio un empujón para enamorarse de su profesión, donde recuerda el pescado fresco del mercado, los ruidos del horno de carbón, todo ello enmarcado en el viejo puerto.
Pero como no todo deseo cae del cielo, no todo le fue fácil. Una vez que supo a sus 15 años que su pasión era cocinar, con ayuda de un sacerdote de la escuela donde era internado, convenció a su madre y tía que lo ayudaron a convertirse en lo que más quería: ser aprendiz de cocina. Y pese a dificultades, su esmero y habilidad en la cocina era más que notable, innato, por lo que obtuvo la ayuda que buscaba.
Bajo su lema de “todo aquel que trabaja duro tiene premios esperando” consiguió seguir aprendiendo en Francia pastelería, bombonería, heladería y panadería en sus días libres del trabajo, el cual mantenía para ayudar en momentos de dificultades en su casa.
Si hablamos del papel que cumplen las mujeres en su vida, para Berasategui, es fundamental. Entre risas me confiesa: “Así como dice el dicho que al lado de un gran cocinero hay una gran mujer, en mi caso digo que son 5”, ya que, para él, su mujer conforma el 50% de su éxito como cocinero, y el resto se lo atribuye a su madre y tía sus primeras maestras, a su hija y a su suegra que ha sido un gran apoyo. Asegura que, sin ellas, nada sería igual.
Una pregunta que me inquietaba era ¿Qué representa ganar una Estrella Michelin para un cocinero? Y para Martín, lo es todo. “Como tocar con los dedos de tu mano el cielo” así es como lo define. “Uno quiere transportar felicidad en un plato” siente que ha puesto de gala una profesión llevándola a un nivel inimaginable y que tanto la primera como la última estrella ganada es importante.
Algo que he notado de sus creaciones es el uso de elementos comunes en la cocina empleados de una manera distinta, ya que para Martín la clave está en el conocimiento y desenvolvimiento del cocinero para que una materia prima “común” tenga un resultado impensable.
Su firma “Martín Berasategui” en honor a su padre, ha dado muchos frutos al aparecer en muchos productos, libros, restaurantes y demás, al nivel de poder agasajar con su comida a grandes personajes como Rafael Nadal o Robert de Niro, del cual aseguró tener gratas experiencias.
Cercano a cumplir 62 años, no se pone techo, sigue estudiando con la misma ilusión de aquel joven que recién arrancaba en el mundo gastronómico. Tanto es así que es asesor gastronómico hace 28 años y alienta a los más jóvenes a que aprovechen a estudiar en escuelas y universidades, que todo es posible si uno trabaja por lo que quiere.
En cuanto a sus próximos proyectos, rondan ideas de un restaurante en la ciudad de Mallorca, uno en el estadio Bernabéu y uno en un campo de golf junto con el reconocido golfista José María Olazábal Manterola.
En resumen: Humildad, calidez, talento, amor, esfuerzo y dedicación, eso es lo que engloba el gran Martín Berasategui en sus platos. No dejen de disfrutar de su gastronomía única.
Web- https://www.martinberasategui.com/en/inicio
Hotel – https://www.monumenthotel.com/en/
