Estamos en la semana mundial de la crianza en brazos ¿lindo concepto no?
Le conté a una amiga y me preguntó qué significaba, le respondí “es un concepto que va en la línea de mantener el apego, de tomar a los niños en brazos, regalonearlos, darles besos”. Ahora pienso y quedé corta… sumamente corta.
Es cierto, el concepto de crianza en brazos es volver al origen, a llevarlos en nuestros brazos en todas las situaciones de la vida, es aprovechar esos pocos meses en los que solo dependen de nosotras y que los vivan intensamente al lado de su mamá. Para ello se usa un morral que te permite andar con ellos pegados al cuerpo y que te da la facilidad de movimiento al dejarte las manos libres.
Los beneficios de llevar al bebé en brazos son indiscutibles. El contacto con la madre es una necesidad básica, mejora el vínculo entre ambos, tranquiliza al recién nacido, le brinda seguridad y contribuye a aliviar molestias como irritabilidad y cólicos, les da seguridad y confianza en ellos y en su entorno entre otras tantas ventajas. A fin de cuentas, criamos niños felices, confiados, llenos de amor y dispuestos a enfrentar al mundo de la mejor forma.
En cuanto a las ventajas para nosotras está el sentirlo cerca, el poder atenderlo en cualquier minuto, pero sobre todo la sensación de paz y de tranquilidad que te da ese pequeño en brazos. Sentir ese momento como una pausa en la vorágine del día a día. Darnos la posibilidad de sentirlo y de sentirnos en nuestro rol de madre, en nuestro rol de entrega constante y continua de amor… Tómalo en brazos, cierra los ojos y llénate de esa energía maravillosa del amor.
Les decía que quedé corta la explicación, y lo creo firmemente. La crianza en brazos es solo la carta de presentación de una forma de criar cercana, cariñosa, llena de besos, abrazos, compañía y mimos.
La crianza en brazos es acompañar a nuestro hijos en el día a día, es estar cuando ellos nos necesitan (aunque cada vez es mas difícil en el mundo actual), es preguntarles día a día cómo les fue en el colegio, saber quienes son sus amigos, cual es su comida favorita, que les gusta hacer.
Es darse el tiempo para invitarlos a tomarse un helado y conversar lo que ellos quieren conversar. Es sentarse en el suelo e imaginar una lucha de superhéroes o ponerte un disfraz de princesa. Es entender cuando te cuentan que una amiga se olvidó de ella y la dejo en el escondite de la escondida durante todo el recreo. Es dar de mamar mil y una veces en la noche, despertar agotada y volver a llenar de besos a esa guagua que no te deja dormir.
Las invito a criar en esos brazos, los brazos de la compañía y de la escucha activa y constante. A criar en nuestros brazos durante el primer año de vida y a mecerlos siempre en los brazos de la preocupación desde que aprenden a caminar hasta el último día. Les puedo asegurar que ellos llorarán menos, se portarán mejor, habrán menos peleas y nosotras… ¡nosotras seremos aún más felices!
Memé Carrancá
Por Mujer y Punto
