You are currently viewing Me atreví a hacer una sesión de fotografía Buodoir. Aquí te cuento mi experiencia

Para quienes no están familiarizadas con el término, les cuento de que la fotografía boudoir es una hermosa rama de la fotografía dedicada a las mujeres que son fotografiadas en lencería, solo una prenda como una camisa o simplemente desnudas. La diferencia con la pornografía, de este tipo de imágenes es más bien intentar descubrir y potenciar el lado más sensual de la persona

Ahora les cuento mi experiencia y que me motivó a realizar una sesión de Fotografía Boudoir.

Hace unas semanas conversaba una amiga quien me comentó sobre una sesión Boudoir que se había hecho y lo bien que se sentía después de la experiencia. En realidad, la vi tan feliz, cuando me mostró alguna de sus bellas fotos que sentí el bichito de la curiosidad entrar en mí. Lo mejor es que no hay que ser modelo de pasarela para lucir sensual, acá no importa la talla que uses, si no se trata de la actitud, de creer en ti, tu magia, reafirmar tu autoestima y que, ante el lente de una profesional, ésta sea capaz de captar tu esencia y así obtener unas fotos maravillosas.

Y fue de esta manera como le pedí a mi amiga el contacto de la fotógrafa, agende mi sesión y me lance a vivir esta pequeña locura.

¿Que si la recomiendo? Mil por ciento. Reconozco que llegué con un poco de pudor, porque para ser sincera no es fácil estar frente a una persona desconocida en lencería y no cualquier ropa interior, llevé lo más sensual que tenía: unos hermosos bodies de encaje y transparencia.

Mi motivo era netamente conectar con mi sensualidad, ya que pase mucho tiempo con una enfermedad que solo el año recién pasado me habían diagnosticado. Se trata de una Hiperplasia simple un tipo de pre-cáncer de útero que produce hemorragias interminables.

Pasar veinte días del mes con sangrado no es para nada agradable y esto afectó negativamente mu autoestima y comencé a usar ropa interior sin gracia. De esas que llaman por ahí “ropa de la abuelita”.

Cuando finalmente me operaron en junio, decidí que cambiaría mi guardarropa, dejaría los calzones de mi abuelita en el baúl y me dediqué a comprar ropa interior sexy. Pero, aunque no lo crean mi idea no era impresionar a mi pareja si no más bien sentirme bella y reconectarme con mi parte más intima y más sensual. ¿Y qué mejor forma de reafirmar esta sensación de nueva belleza que con una sesión de fotos?

Desde que entré al estudio me sentí en un ambiente muy seguro y profesional. Carolina la fotógrafa y su equipo, me maquillaron y peinaron como si fuera una modelo de esas de pasarela que salen en las portadas de las revistas más famosas. La confianza y tranquilidad que me transmitieron me hizo sentir muy segura y relajada. Ya estaba lista para pararme frente al lente y las luces.

El proceso toma un par de horas. Y como dije lo primero es el maquillaje y peinado, luego vienen las fotos y para eso te piden llevar tu ropa. La idea es que tú te sientas cómoda y para eso el trabajo de Carolina es muy importante, ya que es ella quien te guía en cuanto a que tipo de pose realizar, cómo mirar a la cámara y dónde poner tus brazos. Este es un regalo que uno se hace a una misma y la verdad es, que al menos en mi caso, el resultado superó mis expectativas. De las 100 fotos que me sacaron, debí elegir unas 30 para armar el book en el que se plasmaría mi sensualidad.

Atrévanse, sea cual sea la motivación, lo relevante es que sepan que cada una de ustedes brilla por si sola. No se dejen eclipsar por nada ni nadie porque somos hermosas y podemos hacer lo que deseemos. Nuestra generación es poderosa.

Paola Canales Hidalgo.