Después de casi 2 años almorzando todos, sí todos, los domingos en la casa de mis ex suegros, donde tenía  que celebrar cada cucharada de comida que me metía a la boca, adivinar si el condimento era clavo de olor en vez de comino e intentando dejar toda frivolidad de lado ya que las conversaciones eran temas desde Gauguin a Mussolini, me he encontrado, o mejor dicho, me he reencontrado a mí misma en las apacibles tardes de domingo.

Y ha sido en esas tardes donde en almuerzos y sobremesas, con más de una copita de vino, y por ende, con la lengua y la mente más abierta, cuando con un grupo de amigas empezamos a definir al “hombre desde” y a definir los 4 pilares que debería tener toda relación.

La conversa fue diversa, polémica y muy variada, donde pese a ser todas nosotras muy distintas, con historias y backgrounds diferentes; unas casadas, otras mamás, un par separadas y unas cuantas solteras, llegamos prácticamente a las mismas conclusiones…. Y cómo no llegar? Si en el fondo a todas nos une la ilusión de encontrar a un “partner” en tu vida y no esa  “media naranja”; frase mediocre que es parte del inconsciente colectivo, y por ende, aceptada, pero que francamente es aterradora ya que inmediatamente te sitúa en la posición de que no estás completa si no hay otro, de que te falta algo para estar plena y que sólo teniendo a alguien a tu lado serás una persona íntegra, ya que de lo contrario andarás deambulando por la vida como alma incompleta, algo así como caminando con una pierna o mirando por un ojo hasta encontrar a esa persona que te permita mirar por los dos. Uffff… Grave error!!!

Y fue ahí, en esa conversación donde me atrevo a decir que una mujer  con cierto nivel de madurez emocional ya no busca al padre, al hijo, al proveedor, al taquilla ni al amante empedernido, esos ya fueron… Ahora, con las cosas más claras, con la independencia y experiencia que nos ha dado la vida, creo decir que nos hemos vuelto más básicas o sencillas en la pedida, pero a la vez ese “desde” es más exigente, ya que si no están algunas de estas cosas, es razón inmediata para decir next.

Entonces, cuáles son estos 4 pilares…  Por favor, primero que todo bajemos las expectativas y no crean que se está revelando el onceavo mandamiento, sino que esto no es nada más que una reflexión en voz alta de lo que esperamos de una relación:

En primer lugar la pasión: Sí,  PASION, QUIMICA, PIEL, PH, llámenlo como quieran, pero es lejos una de las cosas más importantes. Cuando falta no hay relación, es sólo compañía. El sexo une, ata, te vuelve cómplice, adicto, te llena y te mata.

No obstante, no sacas nada con tirar como los dioses si el tipo no te va a preguntar como amaneciste, como te fue en esa reunión importante o en ese examen en la clínica que te quitaba el sueño. En definitiva, no se involucre en tu vida y no te permita a ti ser parte de la de él. Y de ahí entran en la ecuación el tema de los AFECTOS, que no son nada más que sentirte parte y partícipe de la vida de alguien y que ese otro se involucre contigo y con tu vida de la misma forma.

Hasta ahora, pareciera que no se necesita nada más, “sexo con amor”, con eso basta y sobra….pero claramente no son suficientes. Y es ahí cuando la ADMIRACIÓN cobra importancia.

Hace 10 años atrás hubiese sido lo último que me importaría en un hombre en la vida… Hoy es un must. Y por favor que no se mal entienda. No se trata de buscar hombres exitosos, forrados o cracks… Para nada!!! Se trata de que independiente de lo que él haga, haya estudiado o se dedique, para ti es el mejor, es un grosso, un seco y es alguien de quien puedes aprender y te sientes orgullosa.

Y finalmente, puntos en COMÚN, donde no me refiero a que a los dos les guste andar en bicicleta y ver el atardecer de la mano, sino que desde la perspectiva de los valores o proyecto de vida. No sacas nada con andar por la vida con alguien que no comparte tus sueños e ideales. Con alguien que por ejemplo justifica la infidelidad y no cree en la familia, cosas que para ti, como muchas otras,  podrían ser fundamentales.

¿Estaremos pidiendo mucho? A veces he dudado un poco, pero sinceramente no lo creo. Si pedir mucho se trata de encontrar a ese alguien que sea tu partner;  esa mezcla entre complicidad, buen sexo, compromiso y buena onda entonces que queda para nosotras que además de todo lo anterior, ellos nos exigen que tengamos las pechugas paradas, ningún gramo de celulitis y kilos de sobra… Y en cambio nosotras, si él ya está medio peladito y con un par de kilos de más nos importa un carajo,  siempre y cuando las 4 cosas anteriores estén presentes.

La esperanza…  Si existen  hombres así, los veo constantemente en los pololos, novios y maridos de mis amigas…  Y si bien, todos ellos ya están comprometidos, no me cabe duda alguna que deben haber un par de solteros por ahí que se paren ante la vida con estas 4 patas…¿El desafío? En primer lugar toparse con alguno de ellos ya que sabemos que están en vías de extinción,  pero ya que sabemos que son escasos,  la apuesta y la responsabilidad está en cada una de nosotras, en ser lo suficientemente perceptivas  e inteligentes de  darnos cuenta, antes de que sea muy tarde,  cuando alguna de estas 4 patas no están presentes en él.

MPB: Nos acompañará todos los viernes con la visión de una mujer común y silvestre sobre vivir la vida!