Mi nombre es Ivanna Tapia R. Actualmente cumplo condena en el CPF de Santiago, sección Procesos.

Llevo cuatro años de reclusión y gracias a Dios he podido salir adelante.

Desde los dieciocho años caigo en esta cárcel por diferentes delitos (nunca me condenaron con condenas altas). Fui consumidora de drogas alrededor de 14 años. Nunca pensé que mi vida pudiera ser diferente, estaba resignada a lo que “según yo” me había tocado vivir.

A la edad de 28 años me condenaron por primera vez y pensé que todo terminaría, creí que ya no había oportunidad para mí. En esos momentos, cuando la desesperanza y la soledad me abrazaban, “por casualidad” escuché hablar de Cristo y que él podía transformar mi vida. No pasó mucho tiempo y, todo en mi ser, comenzó a cambiar. El señor me mostró que si yo ponía de mi parte, todo podía ser diferente…, y así fue. Me rehabilité de las drogas, estudié terminando el cuarto medio, rendí la P.S.U con un buen puntaje, tomé cursos de capacitación en computación, microemprensa, entre otros y entre mis logros obtuve el segundo lugar en un concurso regional de Poesía “Yo en el Bicentenario, esperanza de un nuevo cambio”. Junto al curso de Literatura logramos editar un librillo de poesía y pronto saldrá la primera edición de una revista interna escrita en su totalidad por nosotras (internas). Dentro de la sección trabajo en chocolatería y pastelería y ayudo a otras chicas a dejar las drogas. Anexo a estas funciones soy la Bibliotecaria del “Abriendo Puertas” (recién estamos partiendo con este “proyecto”).

Estoy a seis meses de la libertad y tengo 32 años. Tengo muchos sueños y proyectos. Confío en Dios que así como me ayudó aquí, también lo hará cuando salga y esté junto a mis hijos que son el motivo principal que me alienta cada día. Quiero seguir estudiando y también trabajar en lo que aquí aprendí, de forma independiente. Sé que no será fácil y que esto sólo es le principio de una nueva vida, lo importante es que si uno se dispone a cambiar, con la ayuda de Dios, lo puede lograr…

Jesús les dijo: Si puedes creer, al que cree, todo le es posible

(San marcos 9:23)