You are currently viewing Para ti que te dijeron ” no eres tú, soy yo “

No eres tú, soy yo. Muchas mujeres hemos sido “víctimas” de esta insoportable frase, que parece haber sido sacada de malas telenovelas.

Lo ridículo es que la repiten como si fuese la frase de un famoso discurso de Martin Luther King, de un libro de Julio Cortázar o la teoría de algún genio como Einstein. Como si repetir este cliché los hiciera demasiado inteligentes por elaborarla, cuando lo cierto es que solo repiten. Como si sólo a ellos se les hubiese ocurrido algo tan poco honesto.

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La única verdad es que los hombres que dicen esto, como un motivo para terminar la relación, son unos cobardes. No quieren admitir que algo está mal, que no se la pudieron con la relación o simplemente están confundidos y no saben que otra cosa decir.

Cobardes porque creen que es un consuelo para nosotras

Cobardes, porque creen que diciendo esto quedarán bien. Pensando que es una frase de consuelo para nosotras. “Oh resulta que en realidad no soy yo, no tengo nada de qué preocuparme”. Lejos de dejarnos tranquilas, lo que hacen es sembrar en nosotras un montón de dudas.

Cobardes porque quieren “quedar bien”

Cobardes como para admitir que en realidad sí eres tu, pero prefieren “quedar bien” antes de hacerte sentir mal. No entienden que ya estás lo suficientemente herida y que esto no ayuda en lo absoluto. Que el absurdo “ no eres tú, soy yo ”, sólo te hace sentir peor contigo misma.

Cobardes porque no pueden decir la verdad

Cobardes, porque incluso si el problema fue un problema tuyo, ya sea que fuiste demasiado controladora, celosa, manipuladora, poco atenta o cualquier otro, no son lo bastante valientes como para decírtelo a la cara. Salen del paso con una frase que no vale nada.

Cobardes porque no se la pudieron

Cobardes porque fuiste “demasiado mujer” para ellos. Porque fuiste demasiado cariñosa. Porque no supieron responder a los gestos de amor que dabas. Porque se asustaron de la gran mujer que tenían al frente.

Cobardes porque no saben qué les pasa, pero prefieren rendirse

Cobardes, porque en realidad no tienen idea de qué les pasa y es ésta es la única excusa que se les ocurre para salir del apuro. Creen que es buena, pero es la peor de todas porque te dejan llena de dudas. Y no te dan opción alguna para arreglar las cosas.

Si no nos dicen a la cara la verdadera razón por la que terminaron con nosotras, aunque nos duela, ¿Cómo diablos esperan que aprendamos de nuestros errores?

Por último, debo decirte que si alguna vez te dijeron esta frase, agradece, porque te salvaste de un cobarde.

No eres tú, es él. Es él un cobarde.

¿Te han dicho esta frase? ¿Qué le dirías a las mujeres que han sido “víctimas” de esta explicación?

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Por Margarita Lira
Fotos: We heart it