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Por Joanna Wurmann

¡Déjenme contarles mi última experiencia! Anoche fui a un lugar increíble en Fort Lauderdale llamado “No Man’s Land” y les prometo que les encantará todo lo que tienen para ofrecer. Desde el ambiente cálido y acogedor hasta las bebidas y platillos únicos, fue una noche inolvidable.

Al entrar a este lugar, me encontré con un pasillo negro custodiado por cortinas doradas y una máquina de predicción animada de Zoltar, que cada vez que pasaba delante de ella, me asustaba, haciéndome reír. (¿Recuerdas la máquina de la película Big, protagonizada por Tom Hank?). Una vez que logré evitar al mago, ingresé a un mundo íntimo, acogedor y dramático de solo 40 asientos, alumbrado por media docena de candelabros, cortinas y sofás de terciopelo, fotos en blanco y negro y espejos estilo Bella Durmiente (pero sin la malvada madrastra). Un espacio en el que el bar se roba el protagonismo gracias a su tamaño, su fondo verde esmeralda y una selección de coloridos licores, dejando claro que los cócteles son los reyes de la noche.

El nombre “No Man’s Land” o “Tierra de Nadie” se refiere a una zona que no está habitada ni reclamada por ninguna entidad o gobierno, comúnmente en el contexto de la guerra o disputa territorial, sumado El lema del bar, “Un refugio de lo ordinario”, encajan perfectamente con el ambiente, ya que parece más propio de Nueva York que de Fort Lauderdale. Cada persona que entra se sorprende y admira, porque no esperan encontrar un lugar como este en un strip mall como el que lo alberga.

Hablemos de las bebidas. Si buscan algo atrevido y exótico, les recomiendo que prueben el Gypsy Tears. Es una bebida única en su clase que te deja con ganas de más dentro de un vaso con forma de Gitano y que es prendido con una rama de Canela. ¡Realmente es toda una experiencia para los sentidos! Si, por otro lado, prefieren algo más dulce, no se pierdan el French Toast Drink, una verdadera delicia para el paladar. Es como beberse un trozo de pan francés con mantequilla y jarabe de arce, ¡simplemente delicioso!

A pesar de que el menú no es muy grande y las porciones son pequeñas, ya que buscan ser sólo los compañeros de los cocteles, éstas me sorprendieron por su sabor, calidad y delicadeza. Desde el clásico Steak Tartare hasta el hummus de Edamame, todo estaba exquisito. Incluso la ensalada de betarragas, de la que normalmente no soy fanática, la devoramos. Recetas simples, como los Devil Eggs (Huevos Rellenos), estaban preparados con perfección. En general, la experiencia culinaria es verdaderamente gratificante.

No se pueden perder la oportunidad de disfrutar de los deliciosos tragos y platillos en este lugar impresionante y único en Fort Lauderdale. Déjate sorprender por este pequeño lugar ¡No se arrepentirán!

Joanna Wurmann, Editora y Corresponsal en Miami, Mujer y Punto.
Para más de Miami sígueme en @miamibyjoey

No Man’s Land,  666 Federal Highway,  Fort Lauderdale. https://nomanslandftl.com/