Debe haber pocas personas a las que les guste tanto la tecnología como a mí. Me encanta que me permita enterarme de todo, esté donde esté, de poder estar conectada en todo momento con la gente a la que quiero, y que me alivie la vida a través de las mil y una herramientas que ofrece.

Pero obviamente, no es perfecta. Y si hay algo que me molesta de sobre manera es el bombardeo constante de mensajes, ya sea a través de medios formales así como de las redes sociales, que me dicen cómo debería ser una mujer como yo, que se acerca ya a los treinta.

Obviamente, mi principal “yaya” es estar soltera y así me lo hacen ver constantemente. Artículos del tipo “Cómo conquistar a un hombre en 10 días” están por todos lados. Y así he descubierto que soy demasiado puntuda, demasiado mañosa, demasiado pesada, demasiado vegetariana, en fin, lo que sea.

De alguna manera, todo es un defecto. Estoy a años luz del modelo de “mujer ideal”. Pero segundos antes de deprimirme, siempre me viene un momento de revelación y me doy cuenta: “no soy yo, son ellos”.  No, no me refiero a los hombres. Me refiero a toda esa gente que cree que puede decirnos cómo vivir mejor nuestras vidas o qué debemos ser, o más bien parecer, para ganar nuestras batallas.

La próxima vez que te enfrentes a un blog o a una persona en Facebook o Twitter con cualquier tipo de mensaje que te dé pautas de comportamiento para el camino hacia la perfección, respira profundo y, en vez de contar hasta diez, toma acción y cambia de página.

Recuerda que nadie tiene las respuestas. Nadie es “el modelo a seguir”. Tú eres tú. Yo soy yo. Y así somos imperfectamente perfectas.

Catalina Correia, Periodista y “geek asumida”, nos acompañará todos los lunes, con interesantes reflexiones acerca de la Tecnología y la Mujer.
Twitter:@lacorreazo