Pensando en cómo empezar este artículo recurrí a mis recuerdos infantiles y hubo una cosa que me di cuenta: Desde pequeña he tenido cierta fascinación con la comida italiana. Si analizamos la historia culinaria mundial, al pasar de los años, ha habido “movimientos” de diferentes orígenes. En Chile, por ejemplo, tuvimos la época mexicana (¿Recuerdan el Santa Fe en Las Condes y sus tequilas?), después el boom del sushi y de lo peruano y, en la actualidad, diría que estamos frente al éxito de la cocina asiática-fusión-internacional. Pero a través de todos estos años, la tradición proveniente de Italia nunca ha desaparecido, surgen nuevas propuestas con ciertas variaciones según la región itálica o los ingredientes que usan, pero la pasta siempre está ahí. ¡La gloriosa pasta no pierde momentum!
Y aquí es donde entra en escena el nuevo italiano en Miami: Osteria Morini. Ubicado en la entrada de Lincoln Road, este restaurante lejos de ser un debutante en la gastronomía norteamericana es el cuarto local del Grupo Altamarea, que ya cuenta con varias estrellas Michelin. Con una cocina inspirada en la región italiana Emilia-Romana y cuyo local de Soho ya cuenta con 10 años de experiencia, este lugar era uno de los favoritos del fallecido Anthony Bourdain.
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Para conocer el lugar y hacer mis recomendaciones acudimos en uno de los horarios favoritos de los gringos: el brunch, aun cuando su comedor y terraza también son ideales para una cita al medio día o por la noche. En la carta para esta hora podrás encontrar quesos, panqueques de ricota, tostadas, huevos y pastas. Así como una variada carta de cócteles y vinos. Algo para todos los gustos y deseos.
Sentados a la orilla del canal, pudimos disfrutar de un momento agradable, una atención de primera y unos platillos que quiero compartir con ustedes.
De entradas no puedes dejar de probar la Fried Burrata (USD19). A diferencia de la típica presentación de esta bola de queso, que puedes encontrar en muchísimos restaurantes de la ciudad, esta versión la presenta empanizada y frita, con una cocción perfecta que permite que el centro esté aún líquido, una cobertura liviana y nada de grasosa y sabrosos tomates de San Marzano.
Si eres como yo y te gusta la carne, debes probar el Tartare (USD19). Un plato no tan sencillo de encontrar en estas latitudes y que es uno de mis favoritos. La versión de Morini está hecha con una deliciosa y fresca ternera piamontesa, acompañada de alcaparras y un alioli de romero. Sin duda, una preparación por la que tendré que volver más de una vez en un futuro no muy lejano.
Si, por el contrario, buscas algo vegetariano y más liviano, te recomiendo la Carciofi (USD14). Estas alcachofas grilladas al estilo romano, marinadas con un yogur de hierbas y acompañadas con champiñones y cebollas cipollini es una opción más sencilla, fresca, pero deliciosa para los acalorados días de Miami.
Como probablemente sabes el Brunch es una mezcla entre el desayuno (Breakfast en inglés) y el almuerzo (Lunch en inglés) por lo que no hay reglas sobre lo que puedes consumir. Estos menús suelen incluir tostadas, huevos y granolas; así como presentar una mezcla de platos dulces y salados. La idea es que cada quien coma lo que desee ya sea que se venga levantando o esté pensando en la siesta después de medio día.
En esta ocasión probamos dos tostadas: Ricotta & Jam (USD 15) hecha con ricota de leche de oveja, mermelada de frutilla y avena tostada y la de Salmón Ahumado (USD21) que incluye caviar americano, crema fresca con hierbas, cebolla y alcaparras crujientes. Ambas tenían como base un crujiente y sabroso pan hecho en casa. Sin embargo, aquí tuvimos discrepancias con mi marido: a mí me gustó mucho la de mermelada y aun cuando el queso de oveja no es mi preferido, la consistencia de la ricota era firme, pero suave. ¡Excepcional!
Como plato principal, no pueden perderse los Rigatoni (Todas las pastas son hechas en la casa y cuestan USD27) que viene con ragú de setas, romero y trufa negra moliterno. La cocción estaba al dente y la mezcla entre la potencia de los hongos, el sabor del romero y la fuerza de las trufas, hacen de esta preparación algo único.
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Y como si todo esto no fuera poco, de postre probamos los deliciosos bomboloni (USD12). Debo reconocer que dado que no soy muy fanática de la fritura y cuando leí que estos estaban hechos con masa de donut, no se me antojaron demasiado. Pero una vez los probé cualquier duda se alejó de mi mente. Las bolitas estaban frescas y esponjaditas gracias a la mezcla con la ricota y la calidad de la cocina de Morini. Además, la suavidad de la crema inglesa de lima equilibraba el sabor total del postre. Una delicia sin duda.
En pocas palabras, Osteria Morini es una excelente opción para tener cuando tengas deseo de verdadera comida italiana. Con ingredientes frescos, tanto locales como importados; un comedor con un ambiente elegante, pero relajado y una terraza bordeando el canal, te aseguro que no te arrepentirás de conocer esta nueva propuesta en Miami.
Joanna Wurmann, Corresponsal Mujer y Punto Miami
