Apenas una semana después de su aplaudido debut como protagonista de “El lago de los cisnes”, Misty Copeland se convirtió en la primera bailarina principal afroamericana del American Ballet Theatre (ABT), la mayor compañía de ballet de los Estados Unidos.

La noticia ha causado gran expectación debido a que, en los 75 años de historia de esta importante compañía, no se le ha dado jamás un papel protagónico a una mujer de raza negra. Los medios han dicho que su ascenso, no solo está en convertirse en la primera de su raza en lograr el doble rol en “El lago de los cisnes” en la historia de la ópera metropolitana de Nueva York, sino que también se debe a unas buenas campañas mediáticas que incluyen una autobiografía, “Life in motion”, y un documental, “A Ballerina’s Tale”.

Nacida en Kansas City (Misuri) en 1982 y criada en California, Copeland tiene sangre africana, alemana e italiana en sus venas, lo que explica el suavizado color de su piel. Cuando niña, amaba bailar los videos de Mariah Carey; mirar una y otra vez la película sobre la gimnasta Nadia Comaneci, y estudiar para la escuela, donde fue presidenta de curso y tesorera. La mayoría de las veces llegaba una hora más temprano, lo que habla de su capacidad de liderazgo y responsabilidad.

Hasta los trece años jamás tomó clases de gimnasia o de baile, al revés se inscribió en una clase de carpintería en el Boys & Girls Club de su ciudad. Recién a esa edad empezó a bailar ballet, formándose en la Escuela de Ballet de San Francisco donde se obsesionó con la bailarina argentina Paloma Herrera, cuyo retiro esta misma temporada, curiosamente, le abrió las puertas a Copeland para convertirse en primera figura.

Paradójicamente, un artículo la revista “The New Yorker” señala que en un encuentro de ex alumnas de su escuela, una mujer le preguntó a Mysti cuáles eran sus objetivos ahora que había logrado tanto, a lo que ella respondió: “Mi meta es llegar a ser la primera bailarina principal afroamericana en ABT”. Y después de una pausa, añadió “Y, por supuesto, casarme y tener hijos.” (Vive con su novio, Olu Evans, un abogado.)

Hoy, la bailarina es considerada como alguien que rompió con todos los estereotipos del medio: es curvilínea y de color, atributos muy poco comunes en el ballet. Y, pese a que se inicio  tarde en la disciplina, rápidamente, obtuvo el virtuosismo que necesita una bailarina para convertirse en primera figura.

Esta es, sin duda, una gran noticia para el mundo que estamos viviendo. Sobre todo, si consideramos que los medios hablan de un regreso del Ku Klux Klan (KKK) en ciudades de Estados Unidos, y una serie de episodios de racismo en muchos países.

https://www.youtube.com/watch?v=ZY0cdXr_1MA

Y tú ¿Crees que es un avance para nuestra sociedad lo que logró Mysti?

Por Claudia Ansieta A.

Foto de Instagram Mysti Copeland