You are currently viewing ¿Por qué los atracones de alimentos pueden hacer que te sientas deprimida?

Es común, para muchas personas que cuando están bajo estrés o deprimidos sientan la necesidad de darse atracones de alimentos. No sé si a ustedes les pasa, pero a mí sí y lo peor es que después, no solo me siento mal del estómago, sino que además me baja mucho cargo de conciencia. Con este tiempo de pandemia, debido al COVID-19, es posible que te estés sin muchas ganas de hacer cosas, con flojera o frustrada con la situación. Estos sentimientos también pueden llevarte a sentir esa necesidad incontrolable de comer alimentos procesados ​​y sabrosos. Aunque estos pueden hacernos sentir mejor temporalmente, a la larga producen efectos negativos sobre nuestra salud física y mental.

También te podría interesar: 5 consejos para un alivio instantáneo de la migraña

Las comilonas pueden crear un círculo vicioso de comida y depresión. Si bien estos pueden hacer que te sientas mejor por un tiempo, los expertos aseguran que, en última instancia, puedes prepararte para un ciclo de desgano e incluso de más atracones. Sin embargo, comprender por qué comemos en exceso en respuesta al estrés puede ayudarnos a tomar mejores decisiones y evitar los viajes descontrolados al refrigerador.

¿Cómo conduce el estrés a los atracones?

Jennifer Lentzke, dietista y triatleta, le dijo a Healthline.com que el estrés eleva los niveles de una hormona en nuestro cuerpo llamada cortisol. Esta a su vez desencadena una cascada de eventos que cambian la química de nuestro cerebro, especialmente aquellos componentes que regulan el estado de ánimo, el apetito, la motivación y el sueño. Para compensar este desequilibrio, nuestro organismo hace que anhelemos alimentos ricos en carbohidratos o muy sabrosos.

Por lo general, “los alimentos que deseamos consumir en estas circunstancias contienen alguna combinación de grasa y azúcar, o grasa y sal”, explicó Lentzke, “estos activan los centros de placer del cerebro, haciéndonos sentir más tranquilos, contentos o incluso algo eufóricos. Lo que, a corto plazo, puede ser útil, ya que ayudan a elevar el nivel de los neurotransmisores que nos hacen “sentirse bien” como la serotonina, que ayuda a estar más tranquilos y relajados”. El problema es que, a la larga, estos pueden ocasionar muchos problemas, como aumento de peso, control deficiente del azúcar en la sangre y problemas con el sueño, el comportamiento y el estado de ánimo.

¿Cómo contribuyen los atracones a la depresión?

Según la Dra. Michelle Pearlman, gastroenteróloga y experta en medicina para la obesidad de la Universidad de Miami, “Comer alimentos altamente refinados que son ricos en azúcar provoca cambios rápidos en las azúcares en la sangre, la insulina y otras hormonas que regulan el estado de ánimo y la saciedad. Estas fluctuaciones afectan el cortisol, así como las catecolaminas relacionadas con el estrés como la epinefrina lo que puede conducirte a más comilonas”. En pocas palabras el consumo exceso y desesperado de comida puede generar aún más antojos.

“Las personas a menudo se sienten culpables después de darse un gusto y esto puede empeorar aún más la depresión subyacente y otros trastornos del estado de ánimo”, agregó Pearlman.

El ciclo de atracones/depresión

Lentzke explica que las personas continúan utilizando el mecanismo de afrontamiento desadaptativo de los atracones en lugar de lidiar con sus problemas subyacentes. Además, los alimentos con los que la gente suele darse atracones crean fuertes antojos. “Nuestros cerebros son muy buenos para adaptarse a ciertos químicos o medicamentos y nuestro umbral se hace cada vez más grande”, dice la experta.  Lo que significa que necesitamos consumir más y más del mismo producto para lograr un efecto similar.

Además, Lentzke dice que los efectos pueden ser más fuertes para quienes son propensos a la depresión.  “Sus cerebros están “conectados hacia comportamientos adictivos” ”, explicó ella

¿Cómo podemos romper el ciclo?

La clave para evitar este ciclo radica en ser conscientes de estos impulsos y encontrar formas más saludables de lidiar con el estrés. Pearlman y Lentzke dieron los siguientes consejos para mantener el rumbo y evitar el ciclo de atracones/depresión:

1.-Anticípate a los momentos del día en que tiendes a tener antojos. Una vez que sepas cuáles son estos, Pearlman sugiere planificar una actividad durante esos momentos para distraerse. Podría ser algo como llamar a un amigo, ver un programa de televisión o hacer ejercicio.

2.-Por otra parte, es buena idea tener comidas y refrigerios saludables a mando. “Si tienes opciones sanas reducirás la tentación de buscar algo rápido, pero más dañino, cuando te sientas estresada”, señala la especialista.

3.-Lo mejor es seguir un plan de nutrición equilibrado que sea rico en vitaminas, minerales y fibra dietética. Según Pearlman, así promoverás un microbioma intestinal saludable, que, a su vez, es útil para la  absorción y digestión de nutrientes y conducirá a una mejor función celular.

4.-“Evita las dietas de moda”, continúa la doctora, “muchas dietas populares, como el ayuno intermitente, la dieta cetogénica y las dietas líquidas, son desequilibradas y restrictivas, lo que puede llevarnos a una alimentación desordenada”.

También te podría interesar:5 alimentos saludables que ayudan a aliviar el estrés y la ansiedad

5.-Haz de tu hogar tu “lugar seguro”. No compres ni almacenes alimentos desencadenantes así no te será tan sencillo recurrir a ellos cuando surjan los antojos. Pero ten cuidado de no reemplazar una tentación con otra. Según Lentzke, “es importante tener en cuenta que algunas estrategias de afrontamiento, como el ejercicio, por ejemplo, pueden volverse “adictivas”. Es importante ser consciente de esto para no reemplazar simplemente un deseo por otro”.

6.-Busca ayuda profesional, si es necesario. “Si alguien con depresión muestra signos de trastornos alimenticios, debe buscar asesoramiento profesional de inmediato para ayudar a controlar su comportamiento”, concluye Lentzke.

Fuente: healthline.com