You are currently viewing Quinto la Huella ofrece la mejor parrillada uruguaya en Miami

Nunca he entendido la rivalidad entre países. Ya sé lo que me van a decir: “Joa, por lo general se trata de temas territoriales”. Y eso lo sé, pero ¿No creen que a estas alturas el mundo ya debería aprender a ser más solidario y promover la hermandad entre los pueblos? Como si dos hermanos se pelearan por la televisión cuando estaban en séptimo básico y siguieran enojados hasta su muerte. Les hago todas estas preguntas, pues como saben (y si no saben ahora sabrán) yo estoy casada con un argentino y la razón de esta unión tiene una base muy sencilla: viviendo en Miami pude reforzar mi creencia que chilenos, argentinos y uruguayos somos más parecidos de lo que nos gusta aceptar. Tanto en la forma de vestir, los estilos de vida, la pasión por el fútbol, las costumbres y hasta la manera de hablar. Sí, créame tenemos muchas más palabras y dichos en común de lo que pensamos.

De hecho, si analizamos las comidas típicas de los países latinoamericanos, que supuestamente vendrían siendo como nuestros primos, nos daremos cuenta de que Chile, Argentina y Uruguay tienen una cocina muy diferente a la del resto de la región: nuestra alimentación no se basa en el plátano o en arroz, ni tampoco comemos con tantos condimentos como lo hace el resto. En nuestras casas la comida es más purista, usamos principalmente aceite y sal para aliñar ensaladas y carnes y nos encantan los asados (parrilladas dirían los trasandinos).

Yo sé que tal vez mi introducción sea un poco larga, cuando se supone que debería estarles contando sobre el último restaurante que visité, pero quiero que entiendan de dónde viene lo que les voy a decir a continuación.

Al entrar en Quinto La Huella, me sentí como en casa. El olor a asado, las cómodas sillas de cuero y el ambiente hogareño me transportaron desde el piso quinto (de ahí el nombre) del hotel East rápidamente a la casa de mis padres en Santiago. Ubicado en el Brickell City Center, este restaurante uruguayo tiene sus raíces en la playa Brava de José Ignacio, un pueblito de pescadores convertido en un balneario de lujo, ubicado a solo 30 Kms de Punta del Este. Fue aquí donde hace cerca de 20 años nació el premiado concepto “La Huella” centrado en la parrilla a leña y los productos característicos de la zona: Carnes, pescados, verduras, etc.

Desde el comienzo la carta me encantó. El menú es una mezcla de platos cuidadosamente planificados y elaborados con los mejores ingredientes, pero sencillos. Lo primero que probamos fueron las empanadas salteñas (USD11), las que de inmediato me recordaron a la preparación chilena, pues estás contenían aceitunas, medio huevo cocido y mucho caldo. Aun cuando la masa es distinta a la nuestra, esta tenía un color dorado muy bonito y su grosor estaba perfecto, entregando el suficiente sabor para sentirla, pero no tanto como para secar el interior.  Además, venían las acompañaba una deliciosa salsa criolla para sumergirlas. (Una salsa parecida a nuestro pebre)

Algo típico de las parrilladas uruguayas y argentinas es el Provolone. ¿Y quién no disfruta de un buen queso derretido? Sobre todo, si el queso está añejado y lo acompaña un delicioso pan artesanal, como lo sirven en Quinto La Huella.

La mayor de las sorpresas fue el Pulpo a la parrilla (USD25), pero una vez que el Sous chef nos explicó la historia del restaurante y la procedencia playera de sus productos, este molusco nos hizo sentido en la carta. La cocción de este estaba perfecta, pero debo reconocer que, para mí, que no gusto mucho de los frutos de mar, las papas confitadas estaban para chuparse los dedos. El plato era abundante y perfectamente puede servirse como plato principal.

Otras de las cosas que aprendí ese día es que el Pargo (snapper en inglés) es considerado como uno de los mejores peces de Uruguay. Así es que decidimos que era un platillo que debíamos probar. Aun cuando en La Huella lo compran localmente, su sabor y textura me sorprendieron. Debido a su alimentación gourmet (se alimenta de nécoras, percebes y camarones), al comerlo sientes un gustillo a mariscos muy especial y delicado. Algo diferente y digno de probar.

Sin embargo, y a pesar de que todas las exquisiteces que ofrece este menú como las pizzas, los gnocchi de Riccotta o la pasta al Forno, no podía irme sin probar un buen pedazo de carne. ¿Quién va a una parrillada y no come carne? (un vegetariano, ja, ja, ja) Así es que pedí un Bife (14 oz NY USD48) y lo acompañé con verduras (USD10). Una preparación que incluye 7 diferentes colores y sabores de vegetales asados en su punto en el horno a leña.

Todo lo que comimos estaba excelente y los platos eran lo suficientemente grandes como para compartir y disfrutar, pero sin duda, lo más destacado de la comida fue el delicioso postre. Si te gusta el dulce de leche, el Volcán de Dulce de leche (USD14) te dejará boquiabierto. Acompañado de helado de plátano y con una galleta de Pecanas como “tapa”, este postre es un imperdible de Miami.

Si, por el contrario, deseas algo sin harina, tienes problemas de glutén o simplemente no se te da la gana de comer dulce de leche, te recomiendo la torta de Chocolate (USD14) o el Creme Brulé (USD10). Ahora, si buscas algo diferente pide la Tarta de Manzana (USD12), esta contiene trozos tostados de manzanas verdes, un frangipane (una especie de flan hecho con almendras) como base y una cobertura de mascarpone. Una elegancia para el paladar.

Si desean agregar cocktails a su comida y quieren algo diferente prueben el Chili Parador (USD14). Este trago contiene  Tequila Reposado, vino tinto, chile tailandés, jugo de limón fresco y agave. Una interesante, pero fuerte mezcla que te saborearás con mucho gusto. Si buscas algo más refrescante, entonces debes pedir el Caipi Maracuya (USD12), todo el sabor de la clásica Caipiroska junto a la acidez del maracuyá, perfecta para mí y el clima de Miami.

La comida y el ambiente de Quinto la Huella son perfectos para relajarse y crear memorias. Su cocción a leña da a sus platos un sabor diferente que aún no había encontrado en Miami. Su carta, además de los clásicos de las parrilladas trasandinas, incluye, por las noches, una amplia selección de sabrosos sushis, platos incorporados a la cocina uruguaya gracias a la migración japonesa en Uruguay.

Por último, me gustaría destacar la belleza de la terraza que, aunque no en Quinto no aceptan reservas específicas para este idílico rincón, si llegas temprano podrán asegurarte una de las mesas en medio de la bella vegetación.

Joanna Wurmann, Corresponsal Mujer y Punto Miami.
Quinto la Huella. 788 Brickell Plaza, 5 piso. Miami.  www.easthotels.com/es/miami/restaurants-and-bars/quinto-la-huella/