Según Sean Mackey, especialista de la Universidad de Stanford (EE UU), explica que el amor es un componente activo e inmensamente efectivo para mitigar el dolor humano, casi tanto como un real analgésico.

Estudiando el cerebro de estudiantes enamorados con ayuda de un escáner de resonancia magnética funcional mientras les hacía sentir dolor, comprobó que la magnitud de alivio del dolor cuando miraban las fotos de un ser querido es similar a la morfina. El amor reduce el malestar a través del núcleo accumbens, centro de la recompensa en el cerebro.

¿Lo ves? ¿Te apretaste un dedo, te duele la cabeza, tienes malestar estomacal? ¡Sólo ve una foto de tu amado y ya está!