Rodrigo Guendelman: “Deporte de machos”. Partamos por el obituario. 23 pilotos y copilotos. 40 espectadores, periodistas, médicos y transeúntes ajenos a la carrera. En total, 63 personas han muerto en los 35 años del Rally Dakar. Casi dos muertos por año, un promedio que este 2014 ha quedado corto con las cuatro muertes que lleva la carrera que en esta edición pasa por Argentina, Bolivia y Chile. De ellos, dos son reporteros, uno es piloto y el cuarto es doctor. Desde que en 2009 los organizadores trasladaran la competencia a Sudamérica “por seguridad”, vaya paradoja, cada edición ha tenido muertes. Todo un récord.
Ok. Sigamos ahora con el daño al patrimonio. Fíjense en lo que dice el Colegio de Arqueólogos de Chile:“El Rally Dakar es un reguero de destrucción en el norte. Calculamos que unos 250 sitios documentados han sido destruidos, es como si nos destruyeran miles y miles de libros de historia prehispánica e histórica, que son imposibles de reconstruir, porque no son renovables”. De hecho, hace dos años que este organismo está pidiendo que el Dakar se someta a un estudio de evaluación de impacto ambiental.
Pero, ¿qué hacemos en Chile? Apoyamos la edición con miles de millones de pesos. Y eso es sin considerar lo que cuestan los helicópteros y aviones de la Fuerza Aérea, que regalan sus horas de vuelos al certamen. Tanta muerte gratuita, tanta disputa, tanto masoquismo, tanta destrucción y tanta negligencia provocan un prejuicio inmediato: sólo un grupo de hombres jugando a quién la tiene más larga podría querer participar en esta competencia. ¡Bingo!, los números ayudan a confirmar la sospecha. Y de manera apabullante. Pues, de los 720 competidores de este año, apenas 9 son mujeres, o sea un insignificante 1%.
¿Guinda para la torta? El fundador-inventor-creador del Rally París-Dakar, el francés Thierry Sabine, murió adivinen cómo. En el mismo rally, al caer el helicóptero en que sobrevolaba la competencia en Mali en 1986. Tenía apenas 35 años. ¿Qué tal si lo resumimos así? Hombre-competencia-vehículo-muerte-destrucción. Cinco ideas para una palabra de cinco letras: rally. Un deporte de machos.
Por Rodrigo Guendelman
