Para muchas mujeres, al momento de ver el resultado positivo de una prueba de embarazo, la vida se le transforma en un abrir y cerrar de ojos. Tener un bebé es una experiencia diferente a cualquier otra en tu vida, y estás llena de alegría, esperanza y expectativa.
Sin embargo, junto a esta alegría, viene el temor de aborto involuntario, muerte fetal o pérdida del bebé que tanto has soñado con fervor. Te has preguntado ¿Qué pasa con las mujeres que experimentan la tragedia de perder un bebé? ¿Cómo viven el dolor y la tristeza? ¿Y qué sucede cuando finalmente van a tener otro bebé después de una pérdida tan grave?
Un bebé arcoíris es un bebé nacido poco después de la pérdida de un bebé anterior debido a un aborto espontáneo, muerte fetal o muerte en la infancia. Este término se le da a estos bebés porque el arcoíris siempre sale después de una tormenta, lo que nos da esperanza de lo que vendrá.
Tener un bebé poco después de haber perdido otro trae una gran cantidad de emociones, y muchas madres de arcoíris dirán que no todas son emociones positivas. Las madres que han superado la pérdida y han tenido otro bebé tienen una tremenda sensación de auto duda y culpa a veces. Temen que los demás piensen que han superado su pérdida anterior, o que reemplazaron a su bebé. También les atemoriza que un bebé arcoiris, después de la muerte fetal, de alguna manera deshonre al bebé que ha fallecido, y que la alegría del próximo bebé evite que sufran una aflicción adecuada.
Finalmente, el tierno nombre de bebé arcoíris es un recordatorio permanente a todas las madres que han sufrido la pérdida de otro bebé que, el dolor que han pasado, no durará para siempre, que aunque no lo puedan olvidar nunca, tener en brazos a su nuevo bebé, será la alegría más grande y su motor para vivir.
¿Conoces a alguien con un bebé arcoíris?
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