Traer un bebé al mundo no es tarea fácil, muchas cosas cambian, la rutina no es la misma y el sueño también se ve cambiado, y eso, sin duda, lo saben todas las madres.
Un estudio reciente en Estados Unidos descubrió que tener un bebé impactó negativamente en los patrones de sueño de las madres primerizas de manera significativa durante años. Lo que llega a sorprender es que el impacto de un bebé en tu sueño probablemente durará hasta seis años.
El estudio encontró que las madres perdieron más de una hora de sueño cada noche durante los primeros meses. Los investigadores encontraron que en los primeros tres meses, los padres durmieron 15 minutos menos. Seis años después del nacimiento, las mamás primerizas todavía dormían 20 minutos menos y los papás aún tenían 15 minutos.
Según los especialistas, afirmaron que el sueño de las madres se ve más afectado que el de los padres, pues las mujeres tienden a experimentar más trastornos del sueño que los hombres después del nacimiento de un hijo, lo que refleja que las madres aún son más frecuentes en el rol de cuidadora principal que los padres.
El estudio señaló que las madres primerizas fueron las más afectados por los efectos del sueño, en comparación con las madres experimentadas. Los investigadores también encontraron que las madres que amamantan en la primera mitad del año después del nacimiento tuvieron más privaciones del sueño.
Según los especialistas, informaron que el principal motivo se debía a que, si bien tener hijos es una de las principales fuentes de alegría para la mayoría de los padres, es posible que el aumento de las demandas y responsabilidades asociadas con el papel de padres lleve a un sueño más corto y disminuya la calidad del sueño incluso hasta 6 años después del nacimiento del primer hijo.
¿Sabías esto?
