Resulta difícil imaginar cómo era tu vida antes de ser madre: aquellos días que ibas a la oficina con un zapato elegante de tacón, cuando dormías 7 horas seguidas sin ninguna interrupción o cuando quedabas con una amiga el viernes por la tarde para tomar un café. Estos recuerdos quedan tan lejos cuando eres madre que parece que ha pasado un siglo en lugar de unos meses.
Sin duda alguna, ser madre cambia tu estilo de vida y también tus prioridades. Los cambios son grandes, pero suponen un desafío para aprender, crecer y hacerte mejor persona. Entre los cambios más significativos que nadie te dijo sobre la maternidad encontramos.
1- Cambia tu percepción de estar ocupada
Antes de ser madre, te sentías estresada porque tenías que hacer muchas cosas durante el fin de semana, ya que de lunes a viernes el trabajo te impide salir de tu rutina laboral. Por eso, en dos días querías hacer todo: limpiar la casa, hacerte la manicura, quedar el sábado con amigas o ir a la peluquería.
Pero, luego de ser madre tu percepción del tiempo y tus prioridades cambian radicalmente. Si antes te preocupaba no tener tiempo para estar guapa, ahora entre tus mayores preocupaciones está llevar al niño al colegio, hacer la compra, o preparar la comida. Todo en un mismo día. Es aquí cuando los días dejan de tener 24 horas, pareciéndote más corto de lo normal.
2- Buscar en foros soluciones a los problemas de tus hijos
Se acabaron tus momentos de chatear por WhatsApp de forma relajada o de navegar por Facebook o Instagram para cotillear y conocer las nuevas tendencias.
Cuando tienes hijos, sobre todo al principio cuando son bebés, estarás buscando constantemente información sobre dudas que te surjan o desearás relacionarte con madres que te aconsejen y estén pasando por lo mismo que tú. Cuando compartes tu experiencia con alguien que te entiende, te sientes bien contigo misma.
3- Ir a comer con tus hijos fuera de casa
Mientras antes detestabas escuchar llantos y chillidos en un bar o restaurante, ahora que tienes hijos estás deseando llevarlos contigo a comer fuera de casa.
Es cierto que existen establecimientos especiales para niños que cuentan con parques infantiles, entretenimientos, pero suelen ser restaurantes de comida rápida, y no siempre es aconsejable abusar de estos alimentos.
Llevarlos a un restaurante les servirá como experiencia para aprender a comportarse en sitios públicos y les ayudará a diferenciar lo que está bien y lo que está mal.
4- Tener tiempo para una misma
Detalles como lavarte el cabello o ponerte un poco más guapa de lo normal, parece todo un reto cuando eres madre. Algo tan básico como darte un baño o ir al gimnasio una hora se convierte en un lujo que podrás conseguir en pocas ocasiones.
5- Al ser madre descubres el valor de cada momento
Ahora más que nunca sabrás apreciar los momentos de silencio y valorarás mejor cada ratito libre que tengas: una peli en casa, un café con una amiga, la lectura de un libro, salir a pasear o dormir una noche con sueño profundo.
6- Dominas el arte de la improvisación
Ser madre implica, además de muchas responsabilidades, el desarrollo de tu capacidad creativa y dentro de esta es muy importante el arte de la improvisación. Desde inventarte una canción hasta hacer manualidades o contarles una historia inventada para entretenerlos, son improvisaciones que antes creías impensable de desarrollar en tu cerebro.
También puedes ver: decisiones de las que te arrepentirás toda tu vida.
Por: Edith Gómez
Editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.
Twitter: @edigomben
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