You are currently viewing ¿Serán las Expectativas las que matan el Amor?

Las expectativas siempre aparecen sin que tengamos real conciencia de donde provienen y muchas veces son causantes de problemas y conflictos en las relaciones interpersonales y con mayor evidencia en la vida en pareja… me parecen familiares las frases como “Es que yo no me lo esperaba de él”, “Esperaba que me sorprendiera”, “Ni siquiera se acordó de nuestro aniversario”, todas consumidas en el verbo esperaba…

Creo que muchas veces no somos conscientes que muchos de los sufrimientos asociados a lo que hace o deja de hacer nuestra pareja, están directamente relacionados a las expectativas que se fabrican en nuestra mente todo el tiempo… ¿Por qué siempre estamos esperando algo del otro? ¿Por qué muchas veces no somos capaces de tomar la iniciativa en algún aspecto por estar esperando que el otro sea quién lo haga? Y lo peor ¿Por qué sufrimos cuando el otro no cumple con lo que nuestra mente trazo como lo lógico y apropiado? Acaso son nuestros sueños los que transformamos en expectativas y luego sufrimos porque no se cumplen…

Entonces, ¿Qué explicaría la procedencia de esas expectativas que muchas veces nos lastiman?… pienso que la base inicial está en la falta de diferenciación con el otro. Básicamente comprenderse y aceptarse como seres diferentes, con gustos diferentes, emociones diferentes, pensamientos diferentes, comportamientos diferentes, etc. lo que parecer sencillo y hasta obvio, pero que en la experiencia muchas veces no lo es.

En una relación de pareja la no diferenciación puede acarrear muchísimos problemas emocionales y afectivos, ya que al no diferenciarse se generan lazos de dependencia que despiertan la angustia. Cuando la interacción con el otro se basa en la experiencia del otro y en la regulación desde lo externo, es decir, mis emociones dependen de las emociones del otro, es que no nos estamos diferenciando. Por ejemplo, ¿Cómo no se da cuenta que su actitud me afecta?, eso sería no diferenciarse, ya que se está esperando que el otro sienta exactamente lo mismo que estoy sintiendo yo y es entonces que mis expectativas terminan por ser una herramienta de auto sabotaje… yo espero algo del otro basado en lo que yo haría, por lo tanto, no me diferencio y como ese otro no cumple con lo que yo espero termino absolutamente adolorida con la situación, culpándolo a él muchas veces por no comprenderme y a nosotras mismas por ser las eternas “esperadoras”.

Aquí es donde definitivamente la comunicación juega su rol protagónico, pero desde el establecer conversaciones significativas, ya que creo que el error muchas veces está en que las conversaciones entre las parejas no tienen un significado compartido y desde el minuto que yo no le hago sentido al otro al momento de comunicarme, es lo mismo que entregar un mensaje vacío.

Es por ello que planteo que entablar conversaciones significativas tiene que ver con conocer que es significativo para el otro y como validar aquello que quizás para mí no tenga el mismo significado, aceptar que sea así y desde ahí comprender porque es importante diferenciarse y saber que si el otro, no hace aquellos que yo esperaba, no tiene que ir asociado al sufrimiento, si no a validar que sea así y este perfecto. Así como también, saber que cuando el otro cumple con lo que yo deseaba, es porque sabe que aquello era importante para mí.

Por ejemplo la necesidad de sentirse acompañada, puede significar desde la presencia física, hasta sentir protección, contención o apoyo. No se puede pretender que el otro adivine a que yo le atribuyo mayor significados y lo mismo viceversa, por lo tanto, es fundamental aprender a comunicarse, más que como un proceso funcional, como un estado de interacción, de apertura, de escucha y validación.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
en lugar de que alguien le traiga flores. (Borges)

@Caro_TapiaV