You are currently viewing Si deseas probar los mejores platos mexicanos de Miami, no puedes dejar de visitar el restaurante Bakán

En Miami no basta con tener buena comida para que un restaurante sea exitoso. A estas alturas la experiencia es casi, si no más importante, que la calidad. Son tantos los lugares de reconocidos y premiados chefs, que cada quien tiene que buscar cómo diferenciarse. Y ciertamente el restaurante Bakán tiene una oferta diferente, muy atractiva y exquisita.

Este restaurante mexicano está ubicado en Wynwood, el que a pesar de estar catalogado como el barrio artístico de Miami, desde mi punto de vista, tiene algunas de las mejores propuestas gastronómicas de la ciudad. Por meses había caminado frente a la puerta de Bakán y reconozco que el lugar no había pasado desapercibido para mí. A pesar del calor del sur de La Florida no es común ver un jardín de cactus como parte de la escenografía y menos ubicado en plena Segunda Avenida. Pero por un lado, la comida azteca, que estuvo muy en boga en Chile hace veinte años, no me llamaba la atención y por el otro, tenía la idea que éste no era más que otro de los bares que inundan este bohemio distrito. Nada más lejos de la realidad.

Una vez que pasas esa terraza inicial (con cactus) se abre un mundo con más de 250 botellas de mezcal; tortillas azules orgánicas hechas a mano y una amplia variedad de platos regionales con las más increíbles propuestas. Con una interesante decoración, bien colorida, pero no sobrecargada, y con gran luminosidad éste es un grato lugar para probar la comida azteca. En la región Huasteca de Mexico, Bakán significa tortilla Sin embargo en Chile, este término (bacán) se usa como adjetivo para algo que es espectacular y, yo como chilena que soy, no podría encontrar una mejor definición para lo que probé ese día.

Si eres valiente y te atreves con cosas “diferentes”, este restaurante es el lugar para hacerlo. Me imagino que han escuchado que en México se comen gusanos de maguey (gusanos de agave), huevos de hormigas (escamoles) y chapulines. Algo que para mí se me hacía cero atractivo. Además, no creo ser la persona más adecuada para visitar lugares donde ofrecen “cosas raras”, sin embargo la historia de ese día dice lo contrario. En esta ocasión, el manager me convenció y me atreví a probar los saltamontes. Aunque siendo honesta esto no es cien por ciento cierto, pero empecemos por el principio para que entiendan a lo que me refiero.

Nuestra degustación partió con los cócteles, los que en su mayoría están hechos con Mezcal. Para mí la única diferencia entre éste y el tequila era el “famoso gusanito” en el fondo de la botella. Sin embargo la realidad es otra. Este licor está hecho de forma más artesanal, tiene un sabor más ahumado y, en ocasiones, está catalogado como “una experiencia única en la vida”. Algo que hace sentido, ya que cuando se hacen cosas a mano, obtener el mismo exacto resultado más de una vez es casi imposible. Tanto así que en Bakán tratan al líquido como lo hacen otros restaurantes al vino y puedes ver en la carta, según colores, cual es la mejor opción para esa comida que elegiste.

Lo primero que probamos, y aquí es donde comienza mi aventura, fue un mezcal que venía en un pequeño pocillo de greda y que se debía tomar con trozos de naranja untadas en un polvito rojo. Tal como se hace con el tequila, el limón y la sal. Con la diferencia, que el licor era bastante más fuerte de lo que esperaba (algo que se ve en mi cara en el video que grabé) y el aderezo era nada menos que una mezcla de sal de gusano y tahin mexicano. Y acá tienen la razón de porqué decidí probar, finalmente, los saltamontes. Mi pensamiento fue: “si ya comí estos bichos y no me di ni cuenta, puedo hacerlo una segunda vez”. Sin embargo, cuando te enfrentas a éstos cara a cara la cosa es diferente, pero aun así lo conseguí. (pero dudo volver a hacerlo)

Luego probamos el Mango Petacon que generó una pequeña pelea con la amiga que me acompañó ese día dado lo sabrosa de la mezcla (No fue una verdadera pelea, es sólo una forma de decir). Con un sabor más dulce de lo que ambas esperábamos, la combinación de mezcal, triple tec, puré de mango, menta, azúcar morena, jugo de lima y tahin en el borde (USD16) nos encantó.

Un dato que no se me puede olvidar es que los miércoles tienen la noche de “Margaritas y Señoritas”. Un “ladies night” donde estos tragos están a sólo USD6 por persona.

Lo primero que comimos fue un guacamole, plato que no puede faltar en ninguna mesa mexicana. En este caso, estaba aliñado a la perfección con limón, cebolla picada, chile serrano, cilantro fresco y sal (USD $ 14) y venía acompañado con cacalas (tortillas azules hechas al minuto). Estaba tan bueno, que creo que nos comimos varias fuentes. Y gracias a éste fui capaz de probar los famosos chapulines (saltamontes) que vienen mezclados con la misma salsa. Estos bichitos tienen un sabor muy penetrante, que según mi paladar sabía a queso azul. Sí, sé que suena raro, pero así lo sentí.

Sí hay algo que me gusta es el queso derretido así es que cuando Marvin nos dijo que nos traería un Fundido Poblano (USD12), no puedo negar que me entusiasme. Además necesitaba cambiar el sabor de los bichos en mi paladar. La fuente que nos trajeron incluía quesos de Oaxaca y Chihuahua, hongos poblanos, cebolla, maíz, epazote (hierba aromática que sólo crece en México y Guatemala) y un número ilimitado de tortillas. Un buen plato para compartir ya que es muy abundante y completo.

Para terminar probamos el Asado a la Leña Para Taquear Estilo el Mercado de Oaxaca (USD65). Éste es un gran pedazo de costilla de res hecho a la parrilla de leña de roble y cerezo acompañado con guacamoles, frijoles negros, choclo (maíz), media berenjena rellena con queso derretido y tortillas. Ideal para hacerse tacos y compartir con toda la familia. La carne estaba blanda y muy sabrosa. Totalmente recomendable!!!

Y como siempre queda espacio para el postre, nos trajeron unos churros. Y yo feliz ya que hacía rato que tenía antojo de estas masitas. Claro que nunca me imagine que los mexicanos también las consumían.

En conclusión puedo decir que Bakán es el lugar perfecto para comer buena comida mexicana, con una gran variedad de cócteles, en un ambiente muy bonito y pacífico y con muchas sorpresas que esperar.

Joanna Wurmann. La atrevida corresponsal de Mujer y Punto en Miami.
https://www.bakanwynwood.com/
2801 Northwest 2nd Avenue
Miami, Florida 33127
(305) 396-7080