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No hay duda de que el sexo anal todavía es poco de tabú (aunque sexy). Quizás eso se deba a que ingresar en área anal por primera vez puede ser intimidante, por decir lo menos.

¿Qué diablos se supone que debes hacer ahí abajo? ¿Es doloroso? ¿Agradable? Y sobre todo: ¿es realmente posible tener un orgasmo anal?

Espera, ¿qué es un orgasmo anal?

Para empezar: Sí, el sexo anal puede ser agradable. Y sí, los orgasmos anales son totalmente reales.

En pocas palabras, un orgasmo anal es un clímax logrado mediante la estimulación de puntos nerviosos de alta densidad en el ano. “Los orgasmos son esencialmente la liberación repentina de la tensión sexual”, dice Sheila Loanzon, obstetra y ginecóloga, y miembro del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología a la Revista Women Health. “Y hay diferentes formas de alcanzar un orgasmo”. Incluyendo el anal.

“Hay nervios compartidos entre la pared anterior del recto y la vagina”, explica la Dra. Loanzon, “por lo que, para las mujeres, es posible que la excitación sexual se produzca a partir de la estimulación rectal”. Además, dado que las piernas del clítoris se extienden hasta el ano, también es posible que la estimulación anal provoque estimulación en el clítoris. Y para cualquier hombre, la estimulación anal puede generar placer en el área de la próstata (esa glándula del tamaño de una nuez ubicada entre la vejiga y el pene).

Kimberly Langdon, MD, an obstetrician and gynecologist at Medzino, breaks it down further, noting that anal intercourse stimulates the region called the P-spot in men and produces an orgasm. For women, anal intercourse applies pressure to the anterior wall of the vagina (located right beneath the bladder), deeper and closer to the cervix, in an area known as the anterior fornix. “This is the A-spot and produces similar wave-like contractions.” For both men and women, Dr. Langdon says prolonged pushing in one place versus continual thrusting can help some people achieve orgasm.

Kimberly Langdon, MD, obstetra y ginecóloga, va aún más allá, señalando que “el coito anal estimula la región llamada punto P en los hombres, produciendo un orgasmo”. En las mujeres, el coito anal aplica presión en la pared anterior de la vagina (ubicada justo debajo de la vejiga), más profundo y más cerca del cuello uterino, en un área conocida como fondo de saco anterior. “Este es el punto A que produce contracciones similares a ondas. Por lo tanto, para ambos sexos”, señala la Doctora, “presionar en forma prolongada en un solo lugar en vez de penetrar continuamente puede ayudar a algunas personas a alcanzar el orgasmo”.

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Para localizar estas áreas sensibles, intenta presionar hacia el ombligo (con un dedo, un consolador o un pene) de la misma manera que apuntarías al punto G en la vagina, dice Alicia Sinclair, educadora sexual certificada y directora ejecutiva de b-Vibe a la Revista Women Health.

Sea como sea, “un orgasmo es un orgasmo”, dice Sinclair, “pero pueden sentirse diferentes si se originan en diferentes partes del cuerpo”.

También vale la pena señalar: si un método no funciona para ti (juguetes sexuales, dedos, lengua, penetración del pene …), ¡otros aún pueden ser agradables!

Cómo tener un orgasmo anal

Cuando visites la puerta trasera, aquí hay algunos consejos para lograr ese “O” anal.

Respira hondo y relájate. Muchas veces, cuando se trata de juegos anales y sexo, nos ponemos demasiada presión y tensión, pero como dice el sexólogo somático Jaiya Ma, “tan pronto como la presión entra en escena, la excitación suele disminuir”. Respirar profundamente, escuchar música relajante o incluso imaginar un paisaje relajador puede marcar una gran diferencia.

La comodidad es la clave. “Ayuda a sentirse cómodo en términos de limpieza, posición corporal y tu propia mentalidad”, dice Ma.

Tómalo con calma. Sinclair advierte enérgicamente en contra de pasar de “cero a pene” (o consolador). En cambio, comienza de a poco y solo, algo a lo que ella se refiere como “entrenamiento anal”.

“El mejor lugar para comenzar es siempre tu propio dedo para que puedas ser el dador y el receptor”, dice Sinclair. Alternativamente, puedes usar un tapón delgado o bolas anales.

“Invita a tu pareja a unirse una vez que te hayas acostumbrado a las nuevas sensaciones y después de haber identificado lo que le gusta y lo que no”, dice Sinclair.

Opta por lo que sabes que te gusta. Tienes las mejores posibilidades de tener un orgasmo anal si incorporas la rutina que normalmente te lleva a la meta. ¿Te gusta la vibración en tu clítoris? Genial, mantén ese vibrador entre tus piernas mientras tu pareja estimula tu ano. ¿Te gusta que te aten antes de que te penetren? Agarra las esposas y haz que tu compañero haga lo suyo.

Prueba varias técnicas. Si bien es bueno ceñirse a lo que conocemos, tampoco está de más agregar cosas nuevas a tu repertorio sexual. Por ejemplo, intenta incorporar el juego anal en el sexo con penetración, recomienda Sinclair. Un tapón anal o un dedo también puede resultar placentero para ambos socios.

Si eres la parte que penetra, hazlo lentooooooooooo. El ano no se autolubrica (más sobre eso en un momento), por lo que es vital que lo hagas a paso de tortuga cuando comiences cualquier juego de penetración y así asegurarse de que tu pareja esté cómoda (o). “Habla sobre lo que se siente bien y, lo que es más importante, obtén el consentimiento para continuar de la manera específicamente deseada o para detenerte”, dice la educadora sexual Ericka Hart a Women Health.

Usa lubricante, lubricante y más lubricante. Incluso con la masturbación anal, la lubricación es clave: debes mantener las cosas resbaladizas, dice Sinclair, porque a diferencia de la vagina, el ano no se autolubrica. Sin lubricante, “experimentarás una fricción que no se siente bien y que puede causar, además, pequeños desgarros dentro del canal anal”. Si bien estas no son necesariamente lesiones sexuales graves, ciertamente no son cómodas: si el objetivo es el orgasmo anal, querrás (léase: necesitarás) lubricarte generosamente.

lubricantes vaginales

Solo asegúrate de que tu lubricante no contenga un agente anestésico, advierte Sinclair. Para cualquiera que esté ansioso por una experiencia anal, un producto que promete salvar tu sensible esfínter probablemente suene genial. Pero adormecer tu ano no solo significa que no experimentarás el placer orgásmico, sino que también implica que no te darás cuenta de que la sesión ha sido demasiado intensa hasta demasiado tarde. Ay.

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Experimenta con estas posiciones. Para las parejas no heterosexuales o aquellas parejas heterosexuales que quieren probar algo diferente, Ma dice que acostarse boca abajo con una pierna levantada y una almohada debajo del torso es una opción sólida. “Puede facilitar el acceso a la puerta trasera a la pareja”. ¿Otras buenas opciones? Acostado de lado con las rodillas dobladas hacia el pecho o al estilo perrito.

¡Y no te olvides de la seguridad!

El sexo más caliente es el sexo seguro. Algunos principios de nuestros expertos:

Asegúrate de que cualquier juguete sexual tenga una base abocinada: “El ano es como una autopista y succionará cualquier cosa que no se ensanche para evitar la entrada”, dice Hart.

Siempre, siempre, siempre usa lubricante

Lava la región del ano y cualquier juguete con agua tibia y jabón.

Usa condones para protegerse contra las ETS

No pases del ano a la vagina sin limpiar bien

En resumen: el sexo anal puede ser divertido, placentero y digno de un O, y tienes muchas opciones en términos de juguetes y posiciones.

Fuente: womenshealthmag.com