You are currently viewing Skin Laundry: el tratamiento que limpió mi rostro en 15 minutos

¿Han visto la cantidad de Centros de Estética que inundan las calles? Todos te ofrecen algún tipo de “milagrito”. A veces es fácil caer en la tentación. ¿Y qué me dicen de los precios? Se necesita robar un banco para hacerse un tratamiento entero. Y como soy bastante incrédula, cada vez que me siento tentada en hacerme algún trabajito pienso que si voy a invertir mi dinero y convertir mi rostro en conejillo de indias tiene que ser algo muy, pero ultra seguro y comprobado.

Pero como yo no soy ajena a la autocrítica, hacía meses, que venía observado (y odiando) mis ojeras y las manchas de sol que tenía en la cara. Pero nada ni nadie lograban convencerme de hacerme un facial. Hasta que descubrí Skin Laundry. Y decidí intentarlo. Como comprenderán no fue una decisión fácil ya que además de todo lo que mencioné antes, mi primera experiencia con un facial fue terrorífica; mi piel es ultra delicada y no tengo ni tiempo ni paciencia para pasarme horas en un centro de estética.

Ahora se preguntarán por qué acepté probar Skin Laundry. Debo reconocer que llegué invitada para probar uno de sus tratamientos estrellas, sin embargo no acepté porque la primera sesión fuera regalada (el primer tratamiento siempre es gratis). En realidad, siendo periodista hice una pequeña investigación del centro, más allá de lo que ellos publicitan. Lo que me convención fue su trayectoria y cantidad de locales abiertos;  que los tratamientos fueran creados por doctoras y estos son aplicados sólo por enfermeras calificadas.  Pero además, los grandes bonus son: el precio (sólo $70 dólares por sesión) y que sólo dura 15 minutos!! (Aun cuando The Ultra Fractional Facial  dura 30 minutos) WOW!! Ahora quedaba sólo comprobar su efectividad.

Y así fue como me sometí a lo que yo creía sería una pérdida de tiempo. Después de llenar unos papeles con mi historial médico, limpiar mi rostro y conversar con la enfermera sobre lo que buscaba con el tratamiento, estaba lista para empezar. Al acostarme en la camilla, me pusieron unos anteojos “para protegerlos del láser y la luz”, me dijeron. Y comenzamos. ¡Miles de agujitas atacaban mi piel!  Al principio me asusté un poco, pero la verdad es que no me dolía, era sólo una sensación de hormigueo, por lo que volví a relajarme. En ese minuto empezó a salir olor a quemado, lo  que nuevamente me puso en alerta. ¿Me estaban achicharrando el rostro? No, pero sí.

Me explico. La sensación de agujitas se debe a la aplicación de un láser denominado YAG, que penetra la dermis 2,5 mm que limpia la piel profundamente vaporizando todas las impurezas de los poros.  Y de ahí venia el olor a quemado. No era mi rostro lo que se estaba chamuscando; eran la suciedad y las bacterias que habían en él. Esta parte del tratamiento estimula la producción de colágeno y elastina lo que ayuda a minimizar la aparición de poros y líneas finas además de  disminuir la hiperpigmentación y el Melasma, que es lo que yo tengo. Luego de repasar mi cara un par de veces, la primera parte estaba terminada. Bastante corta y sin mayores problemas.

A continuación me colocaron un gel frío, que me produjo una sensación muy agradable. Ya estábamos listas para comenzar la segunda parte. Ésta consta de una Luz Pulsada Intensa (IPL) que proporciona pulsos de alta intensidad que ayudan a reducir el enrojecimiento, a igualar el tono de la piel, disminuir los capilares rotos, destruir las bacterias y  el acné. Básicamente son destellos de luz roja que producen un poco de calor, pero que no dura más que un par de segundo.  Y ya estaba lista. Sólo faltaba limpiar mi rostro, aplicar el tonificador y la crema hidratante con SPF 35 para suavizar y proteger el tratamiento posterior de la piel. Voila! 15 minutos y ni un segundo más. Y mi rostro no denotaba ningún signo de haber sido afectado y,por el contrario, brillaba  y me veía más relajada . La verdad es que de ahí podría haberme ido de compras como si nada. Claro que la idea es no ponerse maquillaje y tratar de no tocarse con las manos y/o el celular para no ensuciar nuevamente el rostro.

Diez sesiones después, las manchas en mi cara se ven más tenue y las ojeras ya no están tan negras. En el lado izquierdo de mi rostro el tratamiento fue más efectivo. Y algo que yo no esperaba: las líneas de expresión en mi frente también se atenuaron. Pero yo tuve que poner de mi parte: cada día usaba al menos SPF 35, y a la playa o piscina siempre con gorro y en mi rostro SPF70. Parecía Gasparín!!! Pero al fin y al cabo puedo decir que resultó!

Es importante señalar que no pueden someterse al tratamiento si han estado expuestas al sol los cinco días previos a éste.
En Miami Skin Laundry tiene tres centros Dadeland Mall, The Falls y Town Center en Boca Ratón.

Para más información revisa su página https://skinlaundry.com/

Joanna Wurmann
Corresponsal Miami Mujer y Punto.