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Soltera y qué: feliz pero…y el amor? (Partamos de la base que tengo claro que siempre hay diferentes puntos de vista y que no tengo la verdad absoluta. Que me puedo equivocar y que estoy escribiendo desde mi guata, desde las cosas que día a día voy viviendo y sintiendo y del cúmulo de cosas que me van pasando y que me han dado mis 35 años).

Soy Leo y aunque muchos no creen en el zodiaco (incluyéndome en algún grado) debo decir que cada día me doy cuenta que tengo esa personalidad que se describen en las páginas web esotéricas: orgullosa, que le gusta llamar la atención y que se siente disminuida cuando no lo hace. Que siempre cree tener la razón y que es obstinada en sus opiniones. Pero que al igual que todos, lo que busca es cariño y amor.

¿Será acaso que esa es la gran búsqueda de nuestra vida: sentirse queridos, amados, estar en pareja? Porque si fuese así ¿Qué pasa con aquellos que no hemos  logrado encontrar una pareja por mucho tiempo y estamos solos? ¿Somos infelices y nos espera un futuro negro? No lo creo… o espero que no.

Mi evidencia cercana me dice que la vida es más entretenida (por decirlo de alguna manera) de a dos. Sin embargo he me aquí, sola, viviendo, trabajando y pasándola bien; como la gran mayoría de las solteras que están viviendo esta etapa. 35 años sin hijos. Con un trabajo relativamente estable que me permite darme gustos normales: alguno que otro viajecito, buenas cremas y maquillaje, salidas a comer, regalonear a mi familia y amigos… etc.

Me crié como la mayoría: con el sueño de algún día encontrar al príncipe azul (tal cual Disney nos ha mostrado en sus cuentos de hadas) con quien tendría una linda familia, dos o tres hijos y un perro y, además de todo, sería una exitosa profesional… con la idea de “y vivieron felices para siempre”. Sin embargo, acá estoy: Soltera pero con una perra que me mueve la cola todos los días al llegar a casa!

El tema está en que si bien disfruto estar soltera (lo comido y bailado no me lo quita nadie), sigo añorando – aunque lo he negado un poco a modo de autoconvencimiento- al partner… y ojo que digo partner y no príncipe azul porque hace rato deje de creer en el hombre perfecto… o sea, si hay algo que he aprendido en estos años es que NADIE ES PERFECTO…  Y menos a esta edad donde todos tenemos nuestras mañas.

Añoro estar con alguien, sentirme acompañada, saber que tu corazón está en el del otro y viceversa y, sobre todo que hay un proyecto en conjunto, un proyecto de vida; todo eso hace la vida más llevadera, más completa. Creo que todos estamos llamados a ser complemento. De una u otra manera, allá afuera está mi complemento. Pero también creo que todos debemos aprender a estar solos.  No hay que tener miedo a esa soledad. Al final de cuentas, aprendiendo a estar solo, sabremos disfrutar en su totalidad lo que es estar acompañado…  bueno… yo ya lo aprendí… llevo 2 años soltera y siento que ya es mucho… pero uno no está sola porque quiera estarlo, como cree mi madre (a quien le preocupa más el tema que a mi).  El tema está en que no es fácil encontrar a alguien.

La gran mayoría de mis amigos (creo que el 90% de ellos)  ya están casados, con guaguas y niños. Sólo el 10% estamos solos. Entonces ¿Dónde abrir círculos y conocer a alguien medianamente normal?  JA!!!  Porque ese es otro punto interesante. Como una amiga me dijo: “A nuestra edad ya no hay hombres normales solteros. Búscate a uno que esté separado” ¡¡¡Como si buscar fuera fácil!!! ¡Como si uno tuviese tiempo de buscar! ¡como si tuviese ganas de buscar! Pffff!!! Pero una sabe que hay que hacerlo… el problema es el cómo y el superar esa barrera de “obligarse” a salir de “cacería” (odio ese término). Y ¿si no soy cazadora? Y ¿si no tengo las aptitudes para serlo? El tema no es sencillo y tengo miles de hámsters dando vueltas en mi cabeza por lo mismo.

¿No sería más fácil espera que el amor llegue? Porque también creo que el amor llega cuando tiene que llegar… cuando una menos lo espera. Pero como dice el dicho “al mazo dando y a Dios rogando”, si hay alguien destinado para mi allá afuera, nos encontraremos. Pero si no salgo de mi casa ¿cómo nos vamos a encontrar? El punto es que hay que comenzar a intentarlo.  Dejar el letargo y partir… así que veamos que depara el futuro. Por lo menos, la intensión está!

Por Amanda

La foto de portada es de http://www.carldavidweb.com