You are currently viewing Steak 954 se convertirá en tu obsesión culinaria una vez que lo pruebes.

Cuando empecé con mis reviews de restaurantes acostumbraba a investigar todo sobre el lugar, pero con el tiempo descubrí que eso hacía que, tanto mis visitas como mis notas, fueran esquematizadas y sin emociones. Por eso, ahora ya no realizo extensas búsquedas ni leo comentarios en Google. Y estoy feliz de este cambio porque si no mi visita a Steak 954, en Fort Lauderdale no habría sido la misma. Si hubiese investigado no me hubiera maravillado con la increíble pecera brillante con aguas vivas que ilumina el lugar, creando un ambiente único, elegante, pero a la vez relajado. Así como tampoco hubiera gozado tanto con cada trozo de comida que lleve a mi boca. Nada en este sitio ha sido dejado a la suerte. Cada centímetro y cada minuto de esta experiencia culinaria han sido metódicamente planeada.

Sin embargo empecemos desde el principio. Steak 954 está ubicado dentro del Hotel W de Fort Lauderdale, ahí justo frente a la playa, con una de esas vistas que son para morirse. Desde que pones un pie en este hotel ya sabes que lo que allí te espera será una experiencia única, elegante e inolvidable. De forma similar este restaurante, especializado en carnes, ofrece un ambiente clásico, chic, sin embargo a la vez casual y vibrante. Como dije en un comienzo, toda la decoración gira en torno a esta pecera gigante que otorga al lugar un colorido y una sensación muy especial. Yo diría que es un rincón perfecto para una noche romántica gracias a la luz tenue y la música que apenas toca tus oídos.

Desde el comienzo la experiencia gastronómica me sorprendió. Lo primero que nos trajeron fueron unos panes de queso y mantequilla batida. No sé si alguna vez han probado este pan, pero es una preparación muy singular, ya que es prácticamente pura cáscara muy crujiente y con mucho sabor a queso. Una delicia bien delicada y la perfecta manera de abrir una cena cargada de sencillas recetas y mucho sabor. Con una carta con muchas opciones, sin duda hay que destacar la amplia selección de filetes y cortes de Wagyu. Está claro que Stephen Starr no es quien es por pura suerte. Él sabe lo que hace y lo que la gente quiere.

Pero no se equivoquen a pesar del nombre y si bien la carne puede ser la estrella del menú, acá puedes degustar también algunas delicias de mar. Nosotros probamos un maravilloso,  delicado y refrescante Hamachi Crudo (USD19) y un Branzino con alcaparras, aceitunas y almendras Marcona (USD36). Ambs estaban fuera de este mundo, con perfecto cocción y un sabor inigualable. Algo que nos llamó la atención del primer plato fue lo delgado que estaba cortado el jalapeño. Esto es ideal para quienes les gusta sentir el picante, pero no desean que este inunde su paladar. ¿Con qué cortarán ese pescado?

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Para comenzar, te recomiendo algo diferente, pero que está de moda acá en Miami. Se trata de la ensalada de betarraga o remolacha, como le dicen en otros países. Esta es una mezcla tanto de colores como de sabores. Podrás saborear en un solo bocado la intensidad del queso de cabra, lo crocante del pistacho y la suavidad y dulzura de los tres tipos de betabel. Y aun cuando yo no la pude encontrar en la carta, te sugiero preguntarle a quién te atienda por ella.

Una de las cosas que más extraño de Chile, además del agua mineral es el Tartaro de carne USD18). Así es que se podrán imaginar mi cara cuando descubrí que en la carta estaba este platillo. Nada puede ser más maravilloso para mí que esos trocitos de carne cortada mezclados con salsa de raíz picante y champiñones encurtidos. Yo entiendo que mucha gente no le guste a carne cruda, pero yo después de este plato no necesito nada más.

Bueno, en realidad lo que acabo de decir no es cien por ciento real, ya que una vez que pruebas una de las carnes de Steak 954, este lugar se convierte en una obsesión. En mi caso, sueño con volver a comer el Prime dry aged bone-in rib eye que probé. La mezcla de sabores y texturas es de locos: si dejas el trozo de carne en tu boca por un par de segundos antes de masticarlo, podrás saborear el fuego donde fue cocinado y sentirás como si estuvieras comiendo un soufflé más que un pedazo de carne. Además, este estaba perfectamente sazonado y preparado a la temperatura exacta que lo pedí.

Para terminar con el festín decidimos probar el Creme Brúlee (USD 12) y el Chocolate soufflé (USD14) debido a que ambos combinaban y, a la vez, eran opuestos en sabores y texturas. El primero contiene trozos y crumble de frutillas y un relleno de limón. Me encantó la mezcla de la acidez de las frutas con el dulce. Y, en el caso, del chocolate, este era como una comer una nube de chocolate bañada con chocolate caliente. ¿Hay algo más satisfactorio que esto? Yo, no creo.

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Desde ese día este restaurante se ha convertido en mi obsesión culinaria. Cada vez que alguien me pregunta a dónde quiero ir a cenar, mi respuesta es siempre y en menos de un segundo “¿Vamos a Steak 954?”

Joanna Wurmann, Corresponsal Mujer y Punto Miami.
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Steak 954, 401 N Fort Lauderdale Beach Boulevard,  www.steak954.com