El Stealthing es una práctica sexual que no es tan nueva, pero que hoy sí ha dado que hablar debido a que algunas mujeres consideran que va mucho más allá de un simple mal rato o de un comportamiento inadecuado por parte del hombre con el que están teniendo sexo. Hoy, el Stealthing también es considerado como violencia sexual. Aquí te contamos de qué se trata.
Stealthing, una práctica controversial
El Stealthing comprende una práctica sexual simple, con un trasfondo muy complejo. Consiste en que en algún momento de la relación sexual, el hombre se saque el condón a propósito y sin el consentimiento de su pareja, sin avisarle para que no se de cuenta y así sentir mayor placer durante el orgasmo.
En estos días ha generado polémica porque si bien para algunas mujeres significa un gran mal rato y un comportamiento que deja bastante que desear, otras mujeres han planteado derechamente que esta práctica es violencia sexual. El hecho de que tu pareja haga algo de lo que tu no estás de acuerdo, puede considerarse incluso violación, y es este punto el que ha abierto el debate.
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¿Por qué es tan grave?
La razón es bastante sencilla, pues no usar condón implica desde un embarazo no deseado hasta el contagio de diferentes enfermedades de transmisión sexual. Si tu también estás de acuerdo en no usar preservativo, entonces es responsabilidad de ambos siendo una decisión conjunta y privada, pero cuando la decisión es unilateral está el problema.
Según un artículo publicado en la revista académica Columbia Journal of Gender and Law, esta práctica sexual es bastante común y se debería considerar una agresión.
“La eliminación no consensual del preservativo durante las relaciones sexuales expone a las víctimas a muchos riesgos y, como lo demuestran las entrevistas, es experimentada por muchas mujeres como una grave violación de su dignidad y la autonomía. Entendiéndose como una transformación del sexo consensual en sexo no consensual”, detalla el estudio.
En medio del sondeo para la realización del estudio, su autora, Alexandra Brodsky, se encontró con varios testimonios de mujeres que habían sufrido Stealthing y que se sintieron engañadas, pasadas a llevar y afectadas en el plano físico y emocional. Una de ellas, identificada como Rebecca, reveló sentirse afectada psicológicamente: “Nada de eso le preocupaba a él. No le molestó. Mi embarazo potencial, mi potencial ETS, esa fue mi carga”.
El estudio concluyó que el daño a las víctimas tenía que ver principalmente con la ruptura de la confianza, con sentirse traicionadas, utilizadas y despojadas de su voluntad.
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