Rodrigo Guendelman: “La muerte de la media naranja”

Rodrigo Guendelman: "La muerte de la media naranja". HUBO un tiempo que no fue hermoso, aunque parecía muy romántico. Era el tiempo en que hablar de “la media naranja” era socialmente aceptado…

“Duelo” por Rodrigo Guendelman

Duelo. Tengo la siguiente teoría. Quienes dicen “hay que mirar para adelante y dejar de estar pegados en el pasado”, refiriéndose a los 40 años del golpe, nunca han perdido…

“¡Es el clítoris, estúpido!” por Rodrigo Guendelman

'¡Es el clítoris, estúpido! “El 98% de los orgasmos son clitoriales” dice Odette Freundlich, especialista en disfunciones del Suelo Pelviano e integrante del Depto. de Ginecología y Obstetricia de una prestigiosa clínica…

Rodrigo Guendelman: “Criar sin culpa”

Criar sin Culpa. Tengo una amiga que vive hace 15 años fuera de Chile. Se casó en Estados Unidos, sus hijos han sido criados allá e, inevitablemente, por chilena que sea,…

Rodrigo Guendelman: Vulgares, enrabiados, negligentes y cagones

Cada cierto tiempo, el chileno chaquetero que llevo adentro me ataca. Son momentos de rabia contra nuestra idiosincracia, contra lo mediocres que podemos ser como sociedad, contra esa conducta inconsciente y repetitiva…

Rodrigo Guendelman: “Ud. no lo diga!”

Se dice afroamericano, no negro. Se dice orientación sexual, no condición sexual. Se dice persona con discapacidad, no discapacitado. Cuanto más desarrollado un país, más preocupación existe de parte de…

Rodrigo Guendelman: “No creo pero quiero”

Están los creyentes. Esos que saben que Dios es único, grande y suyo. Están los ateos. Esos que tienen la suerte de tener íconos como Hitchens y Dawkins. Están los…

Rodrigo Guendelman: “Vacaciones de infierno”

Un castigo para los padres. Un beneficio muy discutible para los hijos. Un buen negocio para los establecimientos educacionales. Una irresponsabilidad del Estado. Las vacaciones de invierno son un abuso disfrazado de…

Rodrigo Guendelman: “Cáncer”

uendelman Silencio. No hay nada más duro y triste que el pesado silencio que se siente en el funeral de una mujer de cuarenta y cuatro años que deja dos…