Los bebés recién nacidos deben compartir la cama de su madre hasta que tengan al menos tres años de edad, según The Telergaph. La sugerencia, que va en contra de las advertencias de salud, sugiere que los corazones de los bebés están bajo más estrés si se les deja dormir por sí mismos.
El profesional explica que dormir sobre el pecho de su madre les brinda a los bebés un mejor descanso que quedarse en una cuna para pasar la noche. Estos comentarios provienen del Dr. Nils Bergman, pediatra de la Universidad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica, quien descubrió que, al dormir un bebé solo, dificulta que la madre se vincule con su hijo.
El desarrollo del cerebro también puede verse afectado por la separación nocturna, lo que puede conducir a problemas de comportamiento en la vida posterior, según afirma la investigación. Pero dejar que un recién nacido duerma en la cama de su madre va en contra de advertencias previas sobre el tema controvertido, que exhorta a los padres a dejar que los bebés duerman en sus propias cunas.
Sigue a los años de crecientes preocupaciones sobre las muertes en la cuna en Gran Bretaña, y el riesgo de que una madre pueda herir o asfixiar a su hijo mientras duerme. Un estudio reciente sobre muertes súbitas de lactantes en el Reino Unido encontró que casi dos tercios de las muertes inexplicables ocurrieron cuando se trataba de compartir la cama.
Mientras que National Childbirth Trust está a favor de que los recién nacidos duerman en las camas de sus madres, bajo un estricto conjunto de pautas, la Fundación para el Estudio de las Muertes Infantiles sigue en contra. Esta defiende que, el lugar más seguro para que duerma un bebé, es en una cuna en la habitación de sus padres, pero no en la misma cama que ellos.
El Dr. Bergman, sin embargo, insistió en que la muerte de la cuna y otras lesiones infantiles no fueron causadas por la presencia de la madre. “Cuando los bebés son asfixiados y sufren muertes en la cuna, no es porque su madre esté presente“, dijo al Daily Mail. Continuó: “Es por otras cosas: gases tóxicos, cigarrillos, alcohol, almohadas grandes y juguetes peligrosos”.
El Dr. Bergman, quien fundó un movimiento llamado ‘Kangaroo Mother Care’, enfatizando los beneficios del contacto piel a piel entre una madre y su recién nacido, estudió los patrones de sueño de 16 bebés para la investigación. Descubrió que los corazones de los bebés sufrían hasta tres veces más estrés cuando dormían en una cuna solo, en lugar de hacerlo en el pecho de su madre. Solo seis bebés en el grupo de investigación tuvieron una noche tranquila al dormir solos.
El estudio también reveló una interrupción en el ciclo cerebral del sueño, que es vital en el desarrollo del órgano, en bebés que duermen en cunas. El Dr. Bergman advirtió que la falta de sueño en esta etapa podría causar problemas de comportamiento para el niño en el futuro. El sueño interrumpido y el estrés en el corazón podrían dificultarles la formación de relaciones, afirmó.
