Vengo llegando de Punta Cana. Una semana descansando en familia bajo el sol caribeño. Un sueño hecho realidad.
¿Qué puede ser mejor que estar en una playa preciosa junto a quienes más quieres? República Dominicana recibe miles de turistas todos los años. Su mar tibio, de color perfecto y sus palmeras en arenas blancas llaman la atención de quienes quieren un descanso asegurado. Yo había estado ya en Bayahibe hace algunos años con mi hermana, también estuve hace poco en Santo Domingo trabajando, y es primera vez que visito Punta Cana.
Emprendimos vuelo desde Santiago junto a mi marido y mi hijo de un año. El destino era el complejo hotelero Bahía Principe. Ya habíamos estado el año pasado en Bahia Principe Akumal (Riviera Maya) viviendo unas vacaciones increíbles, entonces sabíamos que íbamos a la segura visitándolos nuevamente pero ahora en otro destino. Desde el momento que llegamos fue fácil reconocer la calidez y el servicio por el que destaca esta cadena hotelera. Realmente te hacen sentir un huésped bienvenido donde todos te atienden con una sonrisa.
Bahia Principe tiene siete hoteles en Punta Cana. Todos están en una misma zona, unos al lado de otros y están interconectados. Siete hoteles para elegir de acuerdo a la experiencia que quieras vivir. Hay una clara segmentación pensada para las diferentes vacaciones que buscan los viajeros. Por ejemplo el hotel Fantasía es pensado en familias que van con niños, por eso la arquitectura con castillos y un parque de agua donde los más pequeños gozan. Mi hijo estaba fascinado!
Para quienes desean tranquilidad está la opción del hotel Ambar, exclusivo para adultos. O quienes buscan una experiencia más premiun pueden alojar en Luxury Esmeralda.
Las piezas son realmente muy amplias y cómodas. El baño también con una ducha exquisita y presión perfecta. La comida, que es un tema no menor en un resort all inclusive, es una maravilla. De verdad que nos encantó! Más nos gustó la cocina del buffet que de los restaurantes temáticos. El buffet es muy variado, la oferta es amplia y para todos los gustos.
La playa es preciosa. En mi instagram me preguntaban mucho si había sargazo, y solo un día de los siete sí había, los otros días la playa estaba muy limpia.
Nuestra rutina era ir por las mañanas a la playa y en las tardes a la piscina. En ambos sectores te ofrecen bebestibles sin tener que moverte de tu reposera. Además también en ambas zonas hay actividades entretenidas como baile, relajación, deportes, etc. Tu participas de lo que quieras.
Altamente recomendable es pedir una hora para masajes en el spa. Ahí ya la experiencia de relajo y descanso es total. Desconexión del mundo.
Pero si eres de las que les gusta estar conectada, la mayoría de los hoteles tienen wifi gratis en el lobby y algunos hoteles en todas sus instalaciones.
Si estás dudando en ir porque tu bebé es pequeño, te cuento que mi hijo tiene un año dos meses y fue una súper experiencia. Respetamos sus siestas y horarios de comida siempre. No pudimos salir en la noche ya que él dormía pero en el día aprovechamos al máximo. Los hoteles tienen sillas para bebés en sus restaurantes. Sobre la alimentación, yo llevé colados desde Chile y allá me ayudaban a calentarlos, siempre con una sonrisa. Realmente son muy amables con los niños. Todos le hacían sonrisas, caritas, se acercaban a saludarlo, etc.
Para quienes quieran hacer tours fuera del resort, dentro de los hoteles hay donde preguntar por precios, horarios y ellos mismos gestionan todo.
En resumen, fue una semana maravillosa en Bahia Principe. Ya estamos de vuelta en casa y esperamos volver pronto!
Un gran abrazo
Directora de Mujer y Punto
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