You are currently viewing Escapada a Valparaíso: 2 restaurantes exquisitos y un hotel maravilloso

Estaba agotada. No daba más. Literal. Necesitaba escaparme una noche y poder dormir bien, descansar y salir a comer algo rico. Ser mamá es lo más maravilloso del mundo pero a ratos muy cansador, sobre todo cuando los niños aún no duermen de corrido.

Tuve la oportunidad de salir de Santiago, así que me organicé con mi marido y me fui a Valparaíso de un día para otro. La verdad que fue como tomar vacaciones de tres semanas, jajaja! Caminar por esas calles llenas de colores, comer rico y dormir más de siete horas seguidas me hicieron volver renovada y con energía a mi casa.

Alojé en Cirilo Amstrong, un hotel boutique con 11 piezas, ubicado en Cerro Alegre y una propuesta de diseño que te invita a vivir una experiencia estética. Está abierto desde el año 2009. Fue diseñado, construido y es operado por sus dueños. Tiene ese abrazo familiar que es rico recibir cuando uno anda viajando. El objetivo se cumplió, la familia quería transformar un terreno eriazo en un espacio relacionado con el arte y tener vinculación con personas de todas partes del mundo.

Los espacios amplios y luminosos son una de las características de este hotel cómodo y con vistas increíbles. Tienen esculturas, vitrales y cuadros con los que vale la pena detenerse un momento. Partes de las obras son también de autoría de los dueños del hotel, hasta las mantas de lana que hay en el lobby fueron hechas a manos por ellos. Cada detalle es pensado. 

Dormí 7 horas y media seguida. Un lujo para una mamá que lleva más de un año sin dormir de corrido. Y es que la cama es exquisita, súper cómoda. Me di una ducha larga y relajada. Miré por mi ventana los cerros coloridos típicos de Valparaíso, y disfruté un relajante baño tibio en una hot tub. ¿Qué mejor? Volvería feliz. Una escapada romántica, un viaje de amigas, una salida en familia…todo panorama calza para visitar este hotel y disfrutar nuestro querido Valpo. 

¿A dónde fui a comer? Me encanta comer bien, me gusta la buena mesa. La vida se trata de disfrutarla y una rica comida con buena compañía me parece que es la mejor forma de disfrutar. En este corto viaje fui a dos restaurantes. Almorcé en Taller 21 el cual que tiene algo más de un año de vida y está ubicado en el cerro Panteón, específicamente dentro del proyecto Dinarmarca 399, donde comparten espacio junto a un co work, salas para talleres y oficinas.

La carta está inspirada en sabores inmigrantes, todo me pareció exquisito y si bien es difícil elegir, creo que mi plato favorito fueron los sorrentinos. La nueva propuesta que estará desde septiembre incorporará platos vegetarianos y veganos. Probé algunos y son una maravilla!

Liderando la cocina está Braulio Tapia, el blogger que se ha hecho conocido por sus recetas y clases de pan, quien además tiene su taller también en Dinamarca 399. Braulio, con un cuidado y una pasión que cautiva, crea las propuestas gastronómicas de Taller 21, dando vida a una magnifica experiencia para el paladar. Mezcla lo que probablemente a mi jamás se me hubiera ocurrido mezclar, prueba en la fusión de sabores y colores entregando un plato novedoso y delicioso donde además la presentación no falla.

En la semana se puede optar al menú a la hora de almuerzo como también a una variada carta. Desde septiembre abrirán los viernes y sábado por la noche.

Me parece un imperdible de Valparaíso, además porque tiene una terraza con increíbles vistas del puerto.

Caminando a pocos pasos desde Cirilo Amstrong, está Mar de Amores. Ubicado en Cerro Alegre, este restaurante tiene una propuesta única. Sus dueños son apasionados por el mar y por la acuicultura de pequeña escala. Los mariscos que ofrecen provienen principalmente de cultivos sustentables artesanales. Y no solo les importa servir a los comensales un plato exquisito, si no que también cuidan que ese plato se pueda hacer en base al comercio justo. Punto a favor para ellos!

En el mismo restaurante puedes ver algunos estanques de recirculación de agua de mar. Los productos de tu mesa, más frescos imposibles. 

Además en el restaurante se desarrollan otras actividades que merecen ser destacadas. Una vez al mes hay clases de biología marina para niños, una actividad para que los más pequeños aprendan sobre las bondades del mar. Se trata de vivir una experiencia, aprenden tocando, mirando, oliendo.

Además están desarrollando conversatorios de tarot. Al mismo tiempo que se disfruta de un delicioso plato de mariscos, se participa de una entretenida conversación entre mujeres (y veces alguno que otro hombre también se anima).

Mi viaje a Valparaíso fue una escapada corta, pero tan beneficiosa y bien aprovechada! La vida se trata de disfrutarla y yo estoy decidida a que así sea. ¿Y tú….te animas?

Un gran abrazo

Caro Guida

Directora de Mujer y Punto

Te invito a seguirme en twitter e instagram: @caroguida y en mi Facebook haciendo click aquí.