Una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida ha sido viajar sola, hasta este punto en el que no tengo hijos o mascotas, puedo decir que ha sido la mejor experiencia de mi vida. Quizás mientras lees esto piensas: – ¿pero cómo? ¿sola completamente sola? ¿no te da miedo? depende de donde vayas- Así es, completamente sola, con mi mochila al hombro, y con poca ropa porque vas a necesitar viajar lo más ligera posible. El miedo se queda en casa.
Viajar sola: la tentación de no hacerlo por miedo
Creo firmemente que el miedo es lo que impide que las personas experimenten, crezcan, se acepten y reconozcan quienes son y qué es lo que quieren. La verdad no fue fácil decidirme a viajar sola, las dudas son muchísimas, sumadas a los comentarios de la familia y amigos, que nuevamente por miedo, te dicen toda clase de cosas: -no puedes viajar sola te puede pasar algo, ¿y si te raptan?, sudamérica es peligroso, en Europa del este se inspiró la película hostal- y luego de haber viajado por varios lugares, puedo decir probablemente esos comentarios surgen del miedo colectivo, de que todos son malos, de que el mundo es malo. Lo que para mi es totalmente al revés.
Viajar sola, atenta a todo
Me pasa que cuando estoy con una amiga por ejemplo, voy por la calle, y no me fijo si el semáforo está en rojo o en verde, no sé si les pasara esto, pero como estoy acompañada como que me entrego a mi acompañante en el sentido de que lo sigo sin preocuparme de mi entorno o estar atenta.
Al viajar sola, me di cuenta que estaba atenta a todo lo que pasaba, a las personas alrededor mío en el bus, al señor que está vendiendo algo en la esquina, a todo, a las personas y a todo mi entorno, sólo hay que moverse con soltura y seguridad, pero estar atenta. Se amable, y si tienes dudas, simplemente pregunta, la intuición es muy importante, si crees que alguien no se ve como buena persona, entonces no te acerques a esa persona, y así. Creo que el mundo es como somos nosotros, si estamos bien y somos positivas, el mundo siempre va a ser lindo, es tu elección. Esa fue mi elección al momento de mi primer viaje sola por Sudamérica durante 3 meses, el mundo es maravilloso y me voy a encontrar con gente buena.
Y así fue, desde el primer momento que me topé con personas en mi camino, fueron buenas y hasta me cuidaron. Hubo ocasiones en que incluso, en un bus yendo a Tena, Ecuador, un señor en la micro se compró un helado y me compró uno a mi, y nos fuimos conversando todo el camino sobre la vida. Podría haber pensado que el señor tenía otras intenciones, pero mi intuición me dijo que era una persona buena, y así fue.
Viajé de ciudad en ciudad con amigos/as que conocí en los hostales en los que me quedé y realmente la libertad y felicidad de querer a alguien que te entrega su amistad sincera, y vivir cosas juntas, no tiene comparación con nada. Aunque ver atardeceres sola en un lugar distinto también es maravilloso.
Sobre el viaje en sí y los destinos, les hablaré en otra oportunidad. Sólo puedo decirles que mi primer viaje largo sola fue a los 29 años, y para no creerlo, en Máncora hice 2 muy buenas amigas, y las 3 teníamos 29 años, y las 3 estábamos viajando solas, una de ellas es Canadiense y la otra Argentina. No sé si será la conjunción de los planetas, o tenía que pasar en mi vida. Pero nunca olvidaré estar en el mar con ellas bañándonos en la espuma como si fuéramos niñas.
Les recomiendo viajar solas, es una experiencia que “te abre la cabeza” en todo sentido, lo que pensabas que era peligroso ya no lo es, lo que dijiste: nunca voy a hacer, lo haces, te ves haciendo amigos en un día, enamorándote en otro, aprendes a convivir en soledad contigo misma, conocerte, y amarte.
María Paz.
Compartimos con ustedes un video sobre 3 destinos maravillosos en el caribe.
