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¿Has tenido alguna vez la sensación de que la vida conspira contra ti pues, a pesar de planificar el logro de tus objetivos, de definir con certeza tus sueños y hacer todo lo que aparentemente está a tu alcance para lograrlos, las cosas no resultan como tu esperabas?

Mi particular interpretación de estos “sabotajes de la vida” tienen que ver mas con nosotros mismo que con las circunstancias o con la suerte. En efecto, nosotros podemos desde nuestro “ser consciente” tener la aparente determinación para lograr vivir la vida que deseamos pero, hay una parte de nosotros que habita en las sombras de nuestro inconsciente que pareciera tener un alto grado de responsabilidad en este “sabotaje”.

Los seres humanos vamos instalando nuestros sistemas de creencias sin darnos cuenta de que lo que hacemos y vamos literalmente, configurando un pequeño monstruo interno que en virtud de esos intrincados sistemas de seteos mentales, nos van impidiendo inconscientemente, acercarnos a la vida que queremos y que merecemos.

Es nuestro enemigo interno que se encarga de literalmente sabotear nuestros mas preciados sueños sin que nosotros tomemos consciencia, proyectando en nuestra realidad esos bloqueos los que se manifiestan en múltiples e inesperados obstáculos que nos hacen sentir que “justo cuando todo iba bien, aparece esto inesperado” y nuestro plan se viene al suelo. Otra forma de manifestarse es a través de vivir la sensación de que las soluciones a alguna situación de la vida están próximas, pero por alguna razón sentimos que se alejan en la medida que debieran acercarse, en una especie de “burla de la vida” frente a lo que a veces con desesperación buscamos.

Es que somos nosotros mismos. Son nuestros auto sabotajes que operan desde nuestras mas recónditas sombras y que acechan con sigilo frente a cualquier pensamiento que no se condiga con nuestros sistemas de creencias.

Cuando alineamos e integramos esta dualidad consciente – inconsciente, ocurre aquello que llamamos “darnos permiso” para vivir la vida que queremos. Mientras eso no ocurra, seguiremos “viviendo con el enemigo”. Y no se trata de resistirse a aquello que nos bloquea o nos frena, sino descubrirlo, explorarlo, entenderlo e integrarlo pues, los seres humanos somos luz y sombra y cuando logramos esta integración, entramos en el espacio del “fluir” y de la paz interna que, nos aleja finalmente de nuestras propias contradicciones.

Oscar Cáceres

www.oscarcaceres.com