You are currently viewing Volviendo al mundo de las citas (capítulo #1)

Hace poco más de cuatro meses que estoy soltera de nuevo. Aunque me siento un poco insegura y aún me duele lo que pasó con mi última relación, he decidido volver al mundo de las citas. Mi pareja anterior era muy tóxica y me marcó muchísimo. Me demoré más de año y medio en aceptar la realidad, pero bueno ya estoy fuera y quiero ver cuáles son mis opciones actualmente en esta ciudad.

El tema es: ¿Cómo hago en un país que no es el mío, y en el cual no conozco demasiada gente, conocer a alguien que, en el futuro, pudiera convertirse en algo importante? La respuesta obvia fue Online Dating. Y como me encanta escribir decidí compartir, con todas ustedes, las que serán mis aventuras en este mundo del romance virtual.

Pero primero que todo comencemos por el principio. Un poco de contexto para que entiendan mejor la situación. En Julio del 2017 me vine a vivir a Miami, siguiendo a mi, entonces pareja (a quien había conocido a través de un sitio de citas online). Según él éramos almas gemelas y estábamos destinados el uno para el otro. (red flag, al primero que les diga eso por favor huyan).  Pues bien a las pocas semanas de llegar, esto se convirtió en una pesadilla con altos y bajos constantes. Pero como mi ex no es el tema de este artículo lo dejaremos hasta ahí. Lo importante es que después de lograr salirme de ese ambiente tóxico y con un grupo excepcional de amigas nuevas decidí quedarme a probar suerte en la ciudad del sol. Además que me encanta mi trabajo en Mujer y Punto.

Dicho esto sigamos adelante. Cómo dije, angustiada por la situación de pareja y con la poca gente que conozco en Miami decidí que tal vez probar suerte de nuevo en los sitios de citas online sería una buena opción. Cómo soy judía y prefiero salir con gente de mi religión (por un tema de historia, costumbre y lenguaje común) me inscribí en Jdate y Jswipe. Aunque los dos pertenecen a la misma empresa, el segundo tiene un sistema “más moderno” y más sencillo para seleccionar posible parejas.

Para quienes no están familiarizados con los app de citas les cuento: Puedes inscribirte en cincuenta sitios si deseas, pero para leer los mensajes o ver las fotos (dependiendo del sitio) se debe pagar. Y ahí está el truco. Ok, cuento corto: pagué!! El primer día fue espectacular me llené de gente… tenía decenas de mensajes, likes, etc. por lo que caí en el juego y saqué mi billetera.

Primera decepción: ¡¡¡Esto es un zoológico!!! Suena un poco fuerte, lo sé, pero en EE.UU hay espacio para el imitador de Elvis como para el hippie de los años 70. Así es que podrán entender a lo que me refiero. Mi primer intento fue horrible tanto así que pedí el dinero de vuelta. Pero me estoy adelantando.

Yo recién me había caído y roto el hombro por lo que estaba en cama sin poder hacer nada mejor que contestar mensajes de tipos desconocidos. Hasta que aparece este señor X, cuya foto no era tan terrible (claro que no leí su biografía, ni vi sus otras fotos) y me pongo a conversar con él. Esto debe haber durado un par de días. Pero como nada es fácil en este mundo… No sé cómo me empieza a hablar de la sinagoga a la que iba y ahí ya me empecé a asustar. Y la conversación, en inglés eso sí,  fue algo así como:  Yo: “Esa es la que queda en la calle X con la avenida Y”. “Sí”, me dice él.

“Ahhh, yo fui una vez con mi ex para allá (¿qué inocente yo, no?)”. “Ohhh- silencio- ¿Tú eras esa chica alta que andaba con un vestido azul, un viernes que llovía como loco?… yo te vi y pensé que pena que una chica tan linda ya tenga novio”. Yo, no sabía si sentirme alagada o salir huyendo. ¡¡Se acordaba del color y largo de mi vestido!!! Y ahí fue cuando miré las otras fotos. En ese mismo momento agarré el teléfono y llamé al Apple store a pedir mi dinero de vuelta. Este era un mensaje del más allá de que esto no era para mí.

Ok. Aquí va la historia completa. Con mi ex, en los momentos en que él estaba bien, estuvimos buscando una sinagoga que nos gustara a los dos. Y bueno, obviamente, en ese día de lluvia fuimos a ese lugar que mencionó el tipo X. Cómo mi relación no era buena y yo sabía que no duraría mucho más, me puse a estudiar el contingente masculino presente ¡¡Qué Horror!! Y de repente mis ojos se detienen en este caballero parado al final del salón.  Era un tipo más bien bajo, pelado, pero con el pelo largo atrás y yo al verlo pensé “Este es el tipo de hombre con el que no podría ni siquiera salir a tomar un café”… Me imagino que ya descubrieron el final de la historia… Sí, mi “nuevo amigo” online era ese mismo tipo de la Sinagoga. Plop!!! Como les dije mi dinero volvió, ese mismo día, a mi cuenta corriente.

Aventura #1 Check! Ya les iré contando mis siguientes aventuras…

Joanna Wurmann
Corresponsal Mujer y Punto Miami