Hace una semana que el ponidark se volvió tendencia en las redes sociales. Este helado negro era el sueño de muchos millenials que sólo lo veían a través de Instagram, pero la Heladería Escandón tuvo la genial idea de traerlo a México.
Originalmente, el helado negro que se popularizó en las redes fue el de la heladería Little Damage de Los Angeles, su color se debe al carbón activado; sin embargo, la creación mexicana adquiere ese tono gracias a colorantes vegetales.
Hay de varios sabores: vainilla, frutos rojos, Baileys y uno vegano de chocolate hecho a base de leche de coco. El más popular es el de vainilla.
Probamos el de Baileys porque era el único que quedaba y, aunque no tuvimos muchas opciones, fue un sabor dulce y cremoso. No empalaga y la galleta también se destaca por su consistencia, lo único que debes considerar es que definitivamente terminarás con la boca negra.
Si piensas ir por tu ponidark, te recomendamos que preguntes por redes sociales si todavía lo tienen porque se agota muy rápido. El día que fuimos a probarlo era domingo, había llovido mucho y aún así tuvimos que esperar alrededor de una hora para que nos atendieran.
Hay que reconocerle a la Heladería Escandón su servicio porque, a pesar de la gran cantidad de clientes, se ha esforzado por mantener la calidad. Incluso, en la fila de espera hay algunas actividades para que el retraso no sea tan molesto y puedas ganar algún cono gratis por jugar a la sopa de letras.
El helado negro sencillo cuesta $40, el ponidark (con galleta de unicornio) está en $55, el ponihelado (con crema batida y diamantina) está en $60 y la malteada, en $75. También puedes pedirlo en taiyaki (galleta de pez) o en galleta de osito. ¿Qué esperas para ir por el tuyo?
Por: Joanna Gutiérrez, editora de Antes de Eva.